Apéndice
Notas generales
Página 54. Titulos.—En un pasaje que forma parte del derecho
canónico, el papa Inocencio III declara que el pontífice romano es
“el vicario en la tierra, no de un mero hombre, sino del mismo Dios;”
y en una glosa del trozo se explica que esto es así debido a que el
papa es el vicario de Cristo, el cual es “verdadero Dios y verdadero
hombre.” (Véase Decretal. D. Gregor. Pap. 9. lib. 1, de translat.
Episc. tit. 7, c. 3. Corp. Jur. Canon, ed. París, 1612; tom. 2. Decretal.
Col. 205.)
En cuanto al título “Señor Dios el Papa,” véase una glosa de las
Extravagantes del papa Juan XXII, título 14, cap. 4,
“Declaramus.”
En una edición de las Extravagantes, impresa en Amberes en 1584,
se encuentran en la columna 153 las palabras
“Dominum Deum
nostrum Papam”
(“Nuestro Señor Dios el Papa,”). En una edición
de París, del año 1612, se hallan en la columna 140. En varias
ediciones publicadas desde 1612, hase omitido la palabra
“Deum”
(“Dios”).
Página 56. Culto de las Imagenes.—“El culto de las imágenes ...
fué una de esas corrupciones del cristianismo que se introdujeron
en la iglesia furtivamente y casi sin que se notaran. Esta corrupción
no se desarrolló de un golpe, cual aconteció con otras herejías, pues
en tal caso habría sido censurada y condenada enérgicamente, sino
que, una vez iniciada en forma disfrazada y plausible, se fueron
introduciendo nuevas prácticas una tras otra de modo tan paulatino
que la iglesia se vió totalmente envuelta en idolatría no sólo sin
enérgica oposición, sino sin siquiera protesta resuelta alguna; y
cuando al fin se hizo un esfuerzo para extirpar el mal, resultó éste
por demás arraigado para ello... La causa de dicho mal hay que
buscarla en la propensión idolátrica del corazón humano a adorar a
la criatura más bien que al Creador...
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