El ejercicio como medida de restauración
Es un gran error pensar que las personas que han abusado de sus
facultades mentales y fuerzas físicas, o que han padecido algún que-
brantamiento físico o nervioso, necesitan suspender sus actividades
corporales con el fin de recuperar la salud. En casos aislados, puede
ser necesario mantener reposo completo durante un tiempo definido;
pero estos casos son raros. La mayor parte de las veces el cambio
sería demasiado drástico para que reportara algún beneficio.
Los que sufren algún quebranto como resultado de un esfuerzo
mental intenso necesitan reposar de su actividad intelectual agota-
dora. Sin embargo, hacerles creer que para ellos sería impropio o
peligroso ejercer sus facultades mentales, los induciría a considerar
su condición como peor de lo que realmente es. Se vuelven nervio-
sos y finalmente se transforman en una verdadera carga para ellos
mismos así como para las personas que los cuidan. En ese estado de
ánimo su recuperación se vuelve muy improbable.
A las personas que han abusado de sus fuerzas físicas no se les
debe aconsejar que abandonen completamente el trabajo corporal.
Muchas veces privarlos totalmente del ejercicio contribuiría a es-
torbar la recuperación de su salud. La voluntad funciona a la par
con el trabajo de las manos; y cuando la fuerza de la voluntad se
aletarga, la imaginación se vuelve anormal, de tal manera que al
enfermo le resulta imposible resistir la enfermedad. La inactividad
es la peor maldición que podría recaer sobre alguien que estuviera
en una condición tal.
El mecanismo maravilloso y delicado de la naturaleza necesita
ejercitarse constantemente si ha de cumplir los fines para los cuales
ha sido diseñado. Siempre es peligroso el plan de no hacer nada. El
ejercicio físico que se deriva del trabajo útil ejerce una influencia
feliz sobre la mente, fortalece los músculos, aviva la circulación y
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concede al inválido la satisfacción de saber cuánto puede aguantar,
además de hacerle ver que no es una persona completamente inútil
en este ocupado mundo. En cambio, si no se le permite hacerlo,
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