Sustitutos adecuados
Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad
de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que se preparen
en forma creativa y que sean agradables al paladar. Esto es particu-
larmente necesario cuando se trata de personas débiles o que estén
recargadas de continuo trabajo. En algunos países donde reina la
escasés, la carne es la comida más barata. En tales circunstancias,
el cambio de alimentación será más difícil, pero puede realizarse.
Sin embargo, debemos tener en cuenta la condición de la gente y
la fuerza de las costumbres establecidas, y también guardarnos de
imponer indebidamente las ideas nuevas, por buenas que sean. No
hay que instar a nadie a que efectúe este cambio bruscamente. La
carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos. En este
asunto mucho depende de quién cocine. Con cuidado y habilidad,
pueden prepararse manjares nutritivos y apetitosos para sustituir en
buena parte la carne.—
El Ministerio de Curación, 244
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