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Consejos Sobre la Salud
En sus vidas debe producirse una reforma que los convertirá en
miembros de la familia real, en hijos del Rey celestial. Los hombres
y las mujeres, al escuchar el mensaje de verdad, serán inducidos a
aceptar el sábado y a unirse con la iglesia por medio del bautismo.
Deben llevar la señal de Dios mediante la observancia del sábado de
la creación. Deben conocer por sí mismos que la obediencia a los
mandamientos de Dios significa la vida eterna.
Los recursos financieros y el trabajo ferviente se pueden invertir
con seguridad en una obra como ésta, porque es una obra que perdu-
rará. Así es como los que han estado muertos en la transgresión y el
pecado son puestos en comunión con los santos y se los ha de sentar
en los lugares celestiales con Cristo. Se colocan sus pies sobre un
fundamento seguro. Se los capacita para alcanzar una norma elevada,
y hasta las alturas más excelsas de la fe, porque los cristianos hacen
caminos rectos para sus pies, para que el cojo no sea apartado de sus
sendas.
Todos deben desempeñar una parte
Cada iglesia debiera trabajar por los que perecen dentro de sus
propios límites y por los que se encuentran fuera de ellos. Los miem-
bros deben brillar como piedras vivas en el templo de Dios y reflejar
la luz celestial. Nadie debe realizar una obra casual, descuidada
ni esporádica. Apoderarse firmemente de las almas que están por
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perecer significa más que orar por un borracho, y luego, porque llora
y confiesa la contaminación de su alma, declararlo salvado. Hay que
pelear la batalla una vez tras otra.
Que los miembros de cada iglesia consideren su deber especial
trabajar por los que viven en sus vecindarios. Que todos los que dicen
encontrarse bajo el estandarte de Cristo sientan que han entrado en
pacto con Dios, para realizar la obra del Salvador. Que los que se
encargan de esta obra no se cansen de hacer el bien. Cuando los
redimidos estén delante de Dios, habrá preciosas almas que dirán
presente
cuando se llame su nombre y que estarán allí debido a los
esfuerzos fieles y pacientes realizados en su favor, y por los ruegos
e instancias fervientes a refugiarse en la Fortaleza. Y los que en
este mundo hayan trabajado conjuntamente con Dios, recibirán su
recompensa.