Una obra que perdurará
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gación de obedecer esta ley, y deben dar a sus hijos un ejemplo de
la más estricta integridad. Los hombres que ocupan posiciones de
responsabilidad, cuya influencia es abarcante, deben cuidar su com-
portamiento y sus obras, y mantener el temor de Dios constantemente
ante ellos.
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”.
Salmos
111:10
. Los que escuchan con diligencia la voz del Señor y guar-
dan gozosamente sus mandamientos se encontrarán entre los que
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verán a Dios. “Nos mandó Jehová que cumplamos todos estos es-
tatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya
bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta
hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos
estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha
mandado”.
Deuteronomio 6:24-25
.
Nuestra obra como creyentes en la verdad consiste en presentar
la inmutabilidad de la ley de Dios ante el mundo. Los pastores y
los maestros, los médicos y las enfermeras, se encuentran unidos
a Dios por medio de un pacto y bajo la obligación de presentar la
importancia de obedecer su ley. Debemos distinguirnos como pueblo
que guarda los mandamientos. El Señor ha declarado explícitamente
que tiene una obra que debe realizarse para el mundo. ¿En qué forma
se hará? Busquemos el método más adecuado y luego realicemos la
voluntad del Señor.