Página 641 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Una lección de la caída de Salomón
La vida de Salomón podría haber sido notable hasta el mismo fin,
si hubiera conservado la virtud. Pero él sometió esta gracia especial
a la pasión de la concupiscencia. En su juventud le pidió a Dios que
lo guiara, y confió en él, y el Señor le dio tal sabiduría que asombró
al mundo. Su poder y su sabiduría fueron alabados en toda la tierra.
Pero el amor a las mujeres fue su pecado. No dominó esa pasión
al llegar a la edad madura, y se transformó en una trampa para él.
Sus esposas lo condujeron a la idolatría, y cuando comenzó la curva
descendente de la vida se le quitó la sabiduría que Dios le había
dado; perdió su firmeza de carácter y llegó a ser semejante a un
joven desatinado que vacila entre el bien y el mal. Al abandonar sus
principios, se introdujo en la corriente del mal, y de este modo se
separó de Dios, el fundamento y la fuente de su fortaleza. Se apartó
de los principios. La sabiduría había sido más preciosa que el oro
de Ofir para él. Pero, por desgracia, las pasiones carnales ganaron
la victoria. Las mujeres lo engañaron y lo arruinaron. ¡Qué lección
para que nos mantengamos despiertos! ¡Qué testimonio del hecho
de que necesitamos la fortaleza de Dios hasta el mismo fin! En la
batalla contra la corrupción interna y la tentación externa, hasta
el mismo sabio y poderoso Salomón fue derrotado. No es seguro
apartarse en lo más mínimo de la más estricta integridad. “Absteneos
de toda especie de mal”.
1 Tesalonicenses 5:22
. Cuando una mujer
habla de las dificultades que hay en el seno de la familia, o se queja
de su esposo frente a otro hombre, viola sus votos matrimoniales,
deshonra a su esposo y quebranta el muro erigido para conservar
la santidad de la relación matrimonial; abre la puerta de par en par
e invita a Satanás a entrar con sus tentaciones insidiosas. Eso es
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precisamente lo que Satanás quiere. Cuando una mujer acude a un
hermano cristiano para contarle sus penas, desilusiones y pruebas, él
siempre debería aconsejarle que si tiene que confiarle sus dificultades
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