Página 74 - De la Cuidad al Campo (1977)

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El don de aconsejar
“Algunos hombres comprenden claramente los problemas y tie-
nen habilidad para aconsejar. Esto es un don de Dios. En los mo-
mentos cuando la causa de Dios necesita palabras certeras, solemnes
y sólidas, pueden hablar en forma tal que las mentes perplejas y en
oscuridad lleguen a captar como un repentino rayo de luz la conducta
que deben seguir [y esto constituirá la respuesta a las preguntas]
que los han mantenido perplejos y los han desconcertado durante
semanas y meses mientras estudiaban el problema. Se produce un
esclarecimiento, una iluminación del camino que está delante de
ellos, porque el Señor ha dejado brillar su luz, y ellos ven que sus
oracioses son contestadas y que su camino se ilumina. Pero puede
ser que se den consejos imprudentes, que sólo digan que deben salir
de Battle Creek, a pesar de que no haya nada claramente definido
con respecto a la ventaja espiritual que podrían lograr para sí mismos
o para otros al hacer el cambio.
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