Página 156 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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Capítulo 19—Junto al pozo de Jacob
Este capítulo está basado en Juan 4:1-42.
En viaje a Galilea, Jesús pasó por Samaria. Era ya mediodía
cuando llegó al hermoso valle de Siquem. A la entrada de dicho
valle, se hallaba el pozo de Jacob. Cansado de viajar, se sentó allí
para descansar, mientras sus discípulos iban a comprar provisiones.
Los judíos y los samaritanos eran acérrimos enemigos, y en
cuanto les era posible, evitaban todo trato unos con otros. Los ra-
binos tenían por lícito el negociar con los samaritanos en caso de
necesidad; pero condenaban todo trato social con ellos. Un judío
no debía pedir nada prestado a un samaritano, ni aun un bocado de
pan o un vaso de agua. Los discípulos, al ir a comprar alimentos,
obraban en armonía con la costumbre de su nación, pero no podían
ir más allá. El pedir un favor a los samaritanos, o el tratar de benefi-
ciarlos en alguna manera, no podía cruzar siquiera por la mente de
los discípulos de Cristo.
Mientras Jesús estaba sentado sobre el brocal del pozo, se sentía
débil por el hambre y la sed. El viaje hecho desde la mañana había
sido largo, y se hallaba ahora bajo los rayos del sol de mediodía.
Su sed era intensificada por la evocación del agua fresca que estaba
tan cerca, aunque inaccesible para él; porque no tenía cuerda ni
cántaro, y el pozo era hondo. Compartía la suerte de la humanidad,
y aguardaba que alguien viniese para sacar agua.
Se acercó entonces una mujer de Samaria, y sin prestar atención a
su presencia, llenó su cántaro de agua. Cuando estaba por irse, Jesús
le pidió que le diese de beber. Ningún oriental negaría un favor tal.
En el Oriente se llama al agua “el don de Dios.” El ofrecer de beber
al viajero sediento era considerado un deber tan sagrado que los
árabes del desierto se tomaban molestias especiales para cumplirlo.
El odio que reinaba entre los judíos y los samaritanos impidió a la
mujer ofrecer un favor a Jesús; pero el Salvador estaba tratando de
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hallar la llave de su corazón, y con el tacto nacido del amor divino,
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