Página 346 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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Capítulo 41—La crisis en Galilea
Este capítulo está basado en Juan 6:22-71.
Cuando Cristo prohibió a la gente que le declarara rey, sabía
que había llegado a un momento decisivo de su historia. Mañana
se apartarían de él las multitudes que hoy deseaban exaltarle al
trono. El chasco que sufriera su ambición egoísta iba a transformar
su amor en odio, su alabanza en maldiciones. Aunque sabía esto,
no tomó medidas para evitar la crisis. Desde el principio, no había
presentado a sus seguidores ninguna esperanza de recompensas
terrenales. A uno que vino deseando ser su discípulo, le había dicho:
“Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo
del hombre no tiene donde recueste su cabeza.
Si los hombres
pudiesen haber tenido el mundo con Cristo, multitudes le habrían
tributado fidelidad; pero no podía aceptar un servicio tal. Entre los
que estaban relacionados con él, muchos habían sido atraídos por
la esperanza de un reino mundanal. Estos debían ser desengañados.
La profunda enseñanza espiritual que hay en el milagro de los panes
no había sido comprendida. Tenía que ser aclarada. Y esa nueva
revelación iba a traer consigo una prueba más detenida.
La noticia del milagro de los panes se difundió lejos y cerca, y
muy temprano a la mañana siguiente, la gente acudió a Betsaida para
ver a Jesús. Venía en grandes multitudes, por mar y tierra. Los que le
habían dejado a la noche anterior, volvieron esperando encontrarle
todavía allí; porque no había barco en el cual pudiese pasar al otro
lado. Pero su búsqueda fué infructuosa, y muchos se dirigieron a
Capernaúm, siempre buscándole.
Mientras tanto, él había llegado a Genesaret, después de sólo un
día de ausencia. Apenas se supo que había desembarcado, la gente,
“recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas
partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba.
Después de
un tiempo, fué a la sinagoga, y allí le encontraron los que habían
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venido de Betsaida. Supieron por sus discípulos cómo había cruzado
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