Página 773 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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Apéndice
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cumple en los Estados Unidos y su gobierno; porque surgieron, por
así decirlo, “entre las soledades de la tierra.”
3. Tenía dos cuernos como los de un cordero, rasgo que no se
notó en ningún otro símbolo de la profecía divina. El “cordero” es un
símbolo de Cristo, el Cordero muerto desde la fundación del mun-
do, Cordero que “tenía siete cuernos.”
Apocalipsis 5:6
. Un cuerno
es símbolo de fuerza o exaltación, o de lo que produce eminencia
o exaltación. Había dos principios en las doctrinas de Cristo que,
adoptados por cualquier gobierno, le darían preeminencia y servi-
rían para elevarlo. Estos dos principios de la religión cristiana han
contribuido, aparte de su inherente poder divino, para granjearle
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favor dondequiera que hayan sido conocidos, y los hombres que no
los abrazan los admiran. Estos dos principios de este gobierno han
granjeado también la admiración de todos los que aman la justicia
en todas las naciones, y han llevado a sus playas desde el Viejo
Mundo, multitudes de oprimidos y amantes de la libertad. Estos
principios son la absoluta igualdad o fraternidad de los hombres y la
perfecta
libertad de elección
en cuanto a
creer
o
no creer
en asuntos
religiosos. El primero se expresa en pasajes como éstos: “Dios ...
de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres” (
Hechos
17:26
), y “Uno es vuestro Maestro, el Cristo; y
todos vosotros sois
hermanos”
.
Mateo 23:8
. El segundo, por estas palabras: “El que
oyere mis palabras, y
no las creyere, yo no le juzgo;
porque no he
venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.”
Juan 12:47
. “Dios
no hace acepción de personas.” Véase también
Juan 18:36
;
Mateo
20:25-28
;
Lucas 9:51-56
;
2 Corintios 1:24; 5:11, 20
. La obra de
los ministros de Cristo no consiste en obligar, sino en ganar; no en
ordenar sino en persuadir y rogar. Únicamente una religión sobre
toda la faz de la tierra reconoce los principios de la igualdad de
los hombres y la absoluta libertad de la voluntad, sin compulsión.
Únicamente una nación importante sobre toda la faz de la tierra
ha encarnado alguna vez en la constitución de su existencia y los
principios de su gobierno estas dos características, y esta nación es
la de los Estados Unidos de Norteamérica.
La
igualdad del hombre
se presenta así en la declaración de la
independencia: “Tenemos por verdades evidentes de por sí: Que
todos los hombres son
creados iguales;
que están dotados por su
Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la