Página 775 - El Deseado de Todas las Gentes (1955)

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Apéndice
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denominación religiosa, en las instituciones del saber y entre los
miembros de toda organización que se destaque por sus esfuerzos en
realizar reformas. La Unión de Mujeres Cristianas Temperantes, que
fomentó la prohibición, y las grandes denominaciones protestantes
del país, han favorecido, en una forma u otra, estas opiniones, y han
ejercido presión, por la influencia política, sobre los funcionarios
Públicos del gobierno nacional y de los estados.
c
) El 29 de febrero de 1892, la Suprema Corte de los Estados
Unidos declaró, en la decisión respecto de la iglesia Trinity, que
“ésta es una nación cristiana,” y el verano siguiente ambas cámaras
del Congreso, juntamente con el presidente, cedieron a la presión,
y declararon que el día de reposo del cuarto mandamiento era el
domingo, primer día de la semana, con lo que los magistrados civiles
fallaron con respecto a una cuestión religiosa y así comprometieron
el gobierno a este procedimiento.
d
) Sucesos ulteriores, notablemente el reconocimiento oficial y
la recepción de un representante del Vaticano de parte del gobierno,
precisamente antes de la guerra de 1898 con España, revelan el
hecho de que los pasos preliminares de una unión de la iglesia y el
estado—una imagen de la bestia—han sido dados.
La
marca
de un poder es lo que se presenta específicamente
como señal de su autoridad. La autoridad de Dios y su jurisdicción
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se concentran en su poder creador de todo. La
señal
o
marca
de esa
autoridad es el sábado. Véase
Éxodo 20:8-11
;
Ezequiel 20:12, 20
. La
marca de la bestia es aquello que el papado presenta como señal de
su autoridad. Como poder
perseguidor,
el papado debe ser un poder
que se opone al verdadero cristianismo. Su marca debe mostrar
oposición a la ley de Dios, o un cambio en ella. En la diferencia
que hay entre la ley de Dios tal como la da su Palabra y la practicó
Jesucristo, y esa misma ley según la interpreta, enseña, práctica e
impone el papado, debe hallarse la marca de esa potencia.
Como se ha notado ya, la señal del poder de Dios es su santo
sábado del cuarto mandamiento. La interpretación papal de aquella
ley discrepa de la Palabra mayormente en lo que respecta a ese
mandamiento. La ley de Jehová declara que “el séptimo día será
sábado a Jehová.” La iglesia católica romana declara que guardar
este mandamiento consiste en “dedicar el domingo [primer día de
la semana] a la oración y otros deberes religiosos.”—
Catecismo de