Página 233 - La Educaci

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Los libros en nuestros colegios
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La Biblia es el gran educador; porque no es posible estudiar con
devoción sus sagradas páginas sin que el intelecto se discipline, se
ennoblezca, se purifique y se refine. “Así dijo Jehová: No se alabe el
sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico
se alabe en sus riquezas. Más alábese en esto el que se hubiere de
alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago
misericordia, juicio, y justicia en la tierra: porque estas cosas quiero,
dice Jehová. He aquí que vienen días, dice Jehová, y visitaré sobre
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todo circuncidado, y sobre todo incircunciso”.
Los que pretenden ser cristianos, que profesan creer la verdad y,
no obstante, beben en las contaminadas fuentes de la incredulidad
y por precepto y ejemplo apartan a otros de las frías, heladas aguas
del Líbano, son necios, a pesar de que se precien de sabios. “Oíd la
palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel. Así
dijo Jehová: No aprendáis el camino de las gentes, ni de las señales
del cielo tengáis temor, aunque las gentes las teman. ... Mas Jehová
Dios es la verdad; él es Dios vivo y Rey eterno: a su ira tiembla la
tierra, y las gentes no pueden sufrir su saña. Les diréis así: Los dioses
que no hicieron los cielos ni la tierra perezcan de la tierra y debajo
de estos cielos. El que hizo la tierra con su potencia, el que puso en
orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su prudencia;
a su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las
nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia,
y saca el viento de sus depósitos. Todo hombre se embrutece y le
falta ciencia; avergüéncese de su vaciadizo todo fundidor: porque
mentira es su obra de fundición, y no hay espíritu en ellos; vanidad
son, obra de escarnios: en el tiempo de su visitación perecerán. No
es como ellos la suerte [porción] de Jacob: porque él es el Hacedor
de todo, e Israel es la vara de su herencia: Jehová de los ejércitos es
su nombre”.
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre,
y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Pues
será como la retama en el desierto, y no verá cuando viniere el bien;
sino que morará en las securas en el desierto, en tierra despoblada y
deshabitada. Bendito el varón que se fía en Jehová, y cuya confianza
es Jehová. Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas,
que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viniere
el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no