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La Educación Cristiana
mundo y de las obras de Dios se desplegaba gradualmente a medida
que trataba de comprender la razón de las cosas como cualquier
joven trataría de hacerlo. Cultivaba pensamientos y conversación
santos. Todas las ventanas de su alma estaban abiertas hacia el sol y
a la luz del cielo su naturaleza espiritual se fortalecía y su vida ponía
de manifiesto la sabiduría y la gracia de Dios.
Cada niño puede obtener conocimiento de las obras de la na-
turaleza y de las páginas de la santa Palabra de Dios como lo hizo
Jesús. A medida que tratemos de familiarizarnos con nuestro Padre
celestial por medio de su Palabra, los ángeles se nos acercarán, se
fortalecerán nuestras mentes, se elevará y refinará nuestro carácter
y llegaremos a ser más semejantes a nuestro Salvador. Y a medida
que contemplemos lo bello y grandioso en la naturaleza, nuestros
afectos se dirigirán a Dios; en tanto que el espíritu se recoge, el
alma se vigoriza al ponerse en contacto con el Infinito por medio
de sus obras. La comunión con Dios por medio de la oración desa-
rrolla las facultades mentales y morales y las facultades espirituales
se fortalecen a medida que cultivamos pensamientos de carácter
espiritual.
La vida de Jesús estaba en completa armonía con Dios. Cuando
era niño pensaba y hablaba como niño; sin embargo, ningún rastro de
pecado manchaba la imagen de Dios que llevaba dentro de sí. Desde
los primeros albores de su inteligencia creció continuamente en
gracia celestial y conocimiento de la verdad.—
Special Testimonies
on Education, 1896
. Reproducido en
Fundamentals of Christian
Education, 442, 443
.
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