Palabras de un maestro divino
            
            
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              veneno en el organismo. Los jóvenes inexpertos a quienes se hace
            
            
              seguir este orden de estudios reciben impresiones que encauzan sus
            
            
              pensamientos por canales fatales para la piedad. Jóvenes enviados
            
            
              a nuestras escuelas han aprendido de libros tenidos por dignos de
            
            
              confianza, debido a que se usaban y favorecían en las escuelas del
            
            
              mundo. Pero de las escuelas mundanas, imitadas de esta manera,
            
            
              han salido muchos alumnos convertidos en ateos por el estudio de
            
            
              estos mismos libros.
            
            
              “¿Por qué no habéis ensalzado la Palabra de Dios por encima
            
            
              de toda producción humana? ¿No basta con mantenerse unido al
            
            
              Autor de toda verdad? ¿No estáis satisfechos con sacar agua fresca
            
            
              de las corrientes del Líbano? Dios tiene fuentes vivas con las cuales
            
            
              refrigerar al alma sedienta, y depósitos de precioso alimento con
            
            
              el cual vigorizar la espiritualidad. Aprended de él y él os habilitará
            
            
              para dar a los que la solicitan una razón de la esperanza que hay en
            
            
              vosotros. ¿Habéis pensado que un conocimiento mejor de lo que el
            
            
              Señor ha dicho tendría efecto deletéreo sobre maestros y alumnos?”
            
            
              Hubo silencio en la asamblea y la convicción se apoderó de cada
            
            
              corazón. Hombres que se habían creído entendidos y fuertes vieron
            
            
              que eran débiles y carentes del conocimiento de aquel Libro que
            
            
              concierne al eterno destino del alma humana.
            
            
              [391]
            
            
              El mensajero de Dios tomó entonces de las manos de varios
            
            
              profesores los libros que habían estado estudiando, algunos de los
            
            
              cuales, escritos por autores incrédulos, contenían sentimientos ateos,
            
            
              y los puso a un lado diciendo: “Jamás ha habido momento alguno
            
            
              en vuestra vida en que el estudio de estos libros haya contribuido
            
            
              a vuestro bien y progreso actuales o a vuestro bien eterno futuro.”
            
            
              ¿Por qué habríais de llenar vuestros anaqueles con libros que apartan
            
            
              de Cristo la inteligencia? ¿Por qué gastáis dinero en aquello que no
            
            
              es pan? Cristo os ruega: “Aprended de mí, que soy manso y humilde
            
            
              de corazón”.
            
            
              Mateo 11:29
            
            
              . Necesitáis comer del Pan de vida que
            
            
              descendió del cielo. Os es necesario ser estudiantes más diligentes
            
            
              de las Sagradas Escrituras y beber de la Fuente de la vida. Sacad,
            
            
              sacad de Cristo en oración ferviente. Lograd una experiencia diaria
            
            
              con respecto a comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios.
            
            
              Nunca podrán los autores humanos satisfacer vuestra gran necesidad
            
            
              para este tiempo; pero contemplando a Cristo, autor y consumador
            
            
              de vuestra fe, seréis transformados a su semejanza.