Página 15 - La Edificaci

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Verdaderas y falsas teorías en contraste
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de santificación sobre las emociones que tengan en una oportuni-
dad determinada. Son tercos y perseveran en sus propias y tenaces
pretensiones de santidad, usando muchas palabras, pero sin llevar el
fruto precioso como prueba. Esas personas que profesan ser santas
no solamente están engañando sus propias almas con sus pretensio-
nes, sino que ejercen una influencia que desvía a muchos que desean
fervientemente conformarse con la voluntad de Dios. Se los puede
escuchar reiterar una y otra vez: “¡Dios me guía! ¡Dios me guía!
Vivo sin pecado”. Muchos que se relacionan con este espíritu se
encuentran con algo oscuro y misterioso que no pueden comprender.
Pero es precisamente aquéllo lo que difiere totalmente de Cristo, el
único modelo verdadero.
La santificación bíblica no consiste en una poderosa emoción.
He aquí donde muchos son inducidos a error. Hacen que sus sen-
timientos constituyan su criterio. Cuando se sienten alborozados o
felices, pretenden que están santificados. Los sentimientos felices
o la ausencia de gozo no es evidencia ninguna de que una persona
está o no está santificada. No existe tal cosa como santificación ins-
tantánea. La verdadera santificación es una obra diaria, que continúa
por toda la vida. Los que están luchando con tentaciones cotidia-
nas, venciendo sus propias tendencias pecaminosas, y buscando la
santificación del corazón y la vida, no realizan ninguna pretensión
ostentosa de santidad. Tienen hambre y sed de justicia. El pecado
les parece excesivamente pecaminoso.
Hay personas que pretenden ser santas y que profesan creer la
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verdad como sus hermanos y puede ser difícil hacer una distinción
entre ellos; pero la diferencia existe, sin embargo. El testimonio de
aquellos que pretenden tener una experiencia exaltada hará que el
dulce espíritu de Cristo se retire de una reunión, y eso dejará una in-
fluencia congeladora sobre los creyentes, mientras que si estuvieran
viviendo verdaderamente sin pecado, su propia presencia atraería a
los ángeles santos a la asamblea, y sus palabras serían seguramente
como “manzana de oro con figuras de plata”.
Proverbios 25:11
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El tiempo de prueba
En verano, al mirar a los árboles del bosque lejano, todos arro-
pados con un hermoso manto de verdor, es posible que no podamos