Página 22 - La Edificaci

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La Edificación del Carácter
Aquí Daniel fue colocado en una severa prueba. ¿Se adheriría él a
las enseñanzas de sus padres concernientes a las carnes y bebidas,
y ofendería al rey y probablemente perdería no solamente su posi-
ción sino también su vida? ¿O desobedecería el mandamiento del
Señor, y retendría el favor del rey, obteniendo así grandes ventajas
intelectuales y las más halagüeñas perspectivas mundanas?
Daniel no dudó por mucho tiempo. Decidió permanecer firme en
su integridad, cualquiera fuera el resultado. “Propuso en su corazón
no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino
que él bebía”.
Daniel 1:8
.
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No era fanático
Hay muchos entre los profesos cristianos hoy que considerarían
a Daniel demasiado exigente, y lo clasificarían como estrecho o
fanático. Ellos consideran el asunto de comer y beber como de
poca consecuencia para exigir una norma tan decidida, que envolvía
el probable sacrificio de toda ventaja terrenal. Pero aquellos que
razonan así encontrarán en el día del juicio que se han apartado de los
expresos mandatos de Dios, y en cambio han establecido su propia
opinión como una norma de lo correcto e incorrecto. Encontrarán
que lo que les parecía de poca importancia no era considerado
así por Dios. Los requerimientos divinos deben ser sagradamente
obedecidos. Los que aceptan y obedecen uno de los preceptos de
Dios porque es conveniente hacerlo, mientras que rechazan otro
porque su observancia requeriría sacrificio, bajan la norma de la
justicia, y por su ejemplo inducen a otros a considerar livianamente
la santa Ley de Dios. El “así ha dicho el Señor,” ha de ser nuestra
regla en todas las cosas.
Un carácter intachable
Daniel estaba sujeto a las más severas tentaciones que pueden
asaltar a los jóvenes de hoy en día; sin embargo era fiel a la instruc-
ción religiosa recibida en los primeros años. Se hallaba rodeado por
influencias calculadas para trastornar a los que vacilasen entre los
principios y las inclinaciones; sin embargo, la Palabra de Dios lo
presenta como de un carácter intachable. Daniel no osó confiar en