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La Educación
Él hace correr los manantiales por las montañas donde los pájaros
tienen su habitación y “cantan entre las ramas”. Todas las criaturas
de los bosques y de las montañas forman parte de su gran familia.
Él abre la mano y satisface “de bendición a todo ser viviente
El águila de los alpes
El águila de los Alpes es a veces arrojada por la tempestad a
los estrechos desfiladeros de las montañas. Las nubes tormentosas
cercan a esta poderosa ave del bosque y con su masa oscura la
separan de las alturas asoleadas donde ha construído su nido. Los
esfuerzos que hace para escapar parecen infructuosos. Se precipita
de aquí para allá, bate el aire con sus fuertes alas y despierta el eco de
las montañas con sus gritos. Al fin se eleva con una nota de triunfo
y, atravesando las nubes, se encuentra una vez más en la claridad
solar, por encima de la oscuridad y la tempestad. Nosotros también
podemos hallarnos rodeados de dificultades, desaliento y oscuridad.
Nos cerca la falsedad, la calamidad, la injusticia. Hay nubes que no
podemos disipar. Luchamos en vano con las circunstancias. Hay una
vía de escape, y tan solo una. Las neblinas y brumas cubren la tierra;
más allá de las nubes brilla la luz de Dios. Podemos elevarnos con
las alas de la fe hasta la región de la luz de su presencia.
Muchas lecciones se pueden aprender de ese modo. La de la
confianza propia, del árbol que crece solo en la llanura o en la
ladera de la montaña, hundiendo sus raíces hasta lo profundo de
la tierra y desafiando con su fuerza la tempestad. La del poder de
la primera influencia, del tronco torcido, nudoso y doblado, al cual
ningún poder terrenal puede devolver la simetría perdida. La del
secreto de una vida santa, del nenúfar que, en el fondo de un estanque
sucio, rodeado por desperdicios y malezas, sepulta su tallo acanalado
hasta encontrar la arena pura, y sacando de allí su vida, eleva hasta
encontrar la luz su flor fragante, de una pureza impecable.
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De ese modo, al mismo tiempo que los niños y los jóvenes obtie-
nen el conocimiento de los hechos por medio de los maestros y libros
de texto, pueden aprender a sacar lecciones y descubrir verdades por
sí mismos. Cuando trabajan en el jardín, interrogadles sobre lo que
aprenden del cuidado de sus plantas. Cuando contemplan un paisaje
hermoso, preguntadles por que vistió Dios los campos y los bosques