Prefacio
Son por cierto pocos los libros dedicados al tema de la educación
que han sido leídos tan ampliamente o que han soportado la prueba
del tiempo tan bien como la presente obra que ahora aparece en
una nueva y hermosa edición. Los claros y correctos principios
fundamentales desarrollados en esta obra han hecho de ella el libro
de texto de miles de padres y maestros durante un período de más
de un siglo.
Todo joven debe prepararse para hacer frente a las realidades
prácticas de la vida: sus oportunidades, sus responsabilidades, sus
derrotas y sus éxitos. La manera en que haga frente a esas experien-
cias, el que haya de triunfar o ser una víctima de las circunstancias,
depende mayormente de su preparación para afrontarlas.
La verdadera educación ha sido bien definida como el desarrollo
armonioso de todas las facultades. La preparación que se recibe
durante los primeros años en el hogar y durante los años subsiguien-
tes en la escuela, es fundamental para el éxito en la vida. En tal
educación es esencial el desarrollo de la mente y la formación del
carácter.
Al definir con agudeza los valores relativos y permanentes que
constituyen la verdadera educación en su sentido más pleno, la
autora de este libro señala el camino para el logro de ese ideal.
Se delinea con claridad una educación que tiende a desarrollar las
facultades mentales, a dar destreza a las manos en las tareas útiles,
una educación que reconoce que Dios es la fuente de toda sabiduría
y entendimiento.
El objetivo que impulsa a la autora en sus numerosos escritos
sobre el tema de la educación, es que los jóvenes que están en el
umbral de la vida se alisten para tomar su lugar como buenos ciuda-
danos bien preparados para los aspectos prácticos de la existencia,
plenamente desarrollados en el sentido físico, temerosos de Dios,
[10]
con caracteres inmaculados y corazones fieles a los principios. Este
volumen constituye la obra más importante en este grupo de escri-
V I I