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La Educación
verdad aunque cueste sufrimiento y sacrificio, “esta es la herencia de
los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dice Jehová
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Casi al principio de la historia de este mundo se desarrolló la
vida de alguien que fue víctima de esta contienda de Satanás.
De Job, el patriarca de Uz, el testimonio del Escudriñador de
corazones fue: “No hay otro como él en la tierra, varón perfecto y
recto, temeroso de Dios y apartado del mal
Satanás pronunció una despectiva acusación contra este hombre:
“¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has rodeado de tu protec-
ción a él y a su casa y a todo lo que tiene?[...] Pero extiende ahora
tu mano y toca todo lo que tiene”, “su hueso y su carne y verás sino
blasfema contra ti en tu misma presencia
El Señor dijo a Satanás: “He aquí todo lo que tiene está en tu
mano
“He aquí él está en tu mano, mas guarda su vida
Después de obtener permiso, Satanás quitó a Job todo lo que
poseía: ganados, rebaños, siervos, siervas, hijos e hijas, e “hirió a
Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla
de la cabeza
Luego se añadió otro ingrediente amargo a su copa. Sus amigos,
que consideraban la adversidad como una retribución del pecado,
afligieron con sus acusaciones su espíritu herido y abrumado.
Aparentemente abandonado por el cielo y por la tierra, pero con
fe firme en Dios y consciente de su integridad, clamó con angustia y
perplejidad:
“¡Mi alma está hastiada de mi vida!”
“¡Ojalá me escondieras en el seol,
me ocultaras hasta apaciguarse tu ira!
¡Ojalá me pusieras plazo para acordarte de mí!”
“Yo grito: “¡Agravio!”, pero no se me oye;
doy voces, pero no se me hace justicia [...].
Me ha despojado de mi gloria
y ha quitado la corona de mi cabeza [...].
Mis parientes se detienen;
mis conocidos me olvidan [...].
Los que yo amo se vuelven contra mí [...].
Vosotros, mis amigos, tened compasión de mí!
¡Tened compasión de mí, porque la mano