Página 119 - En los Lugares Celestiales (1968)

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Expresiones del amor de Dios, 18 de abril
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del
campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun
Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Mateo
6:28, 29
.
La ropa elegante del mayor rey que alguna vez se sentara sobre un
trono no podía compararse, en su esplendor artificial, a la inmaculada
belleza de los lirios modelados por la mano divina. Esto es un ejemplo
de la importancia que el Creador de todo lo hermoso le da a lo artificial
en comparación con lo natural.
Dios nos ha dado estas cosas de belleza como expresión de su amor,
para que tengamos vislumbres correctas de su carácter. No debemos
adorar las cosas de la naturaleza, pero en ellas debemos leer el amor de
Dios. La naturaleza es un libro abierto y de su estudio podemos obtener
un conocimiento del Creador y ser atraídos a él por las cosas útiles y
hermosas que ha provisto con tanta prodigalidad para hacernos felices.
“Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué
vestiremos?”
Mateo 6:30, 31
. Experimentamos mucha ansiedad inne-
cesaria en cuanto al futuro, respecto a lo que comeremos y beberemos
y con qué nos vestiremos. La fatiga y la preocupación en cuanto a la
ostentación innecesaria produce mucho cansancio e infelicidad y acorta
nuestras vidas. Nuestro Salvador quisiera que no sólo discerniéramos el
amor de Dios desplegado en las hermosas flores que nos rodean, sino que
quisiera que de ellas aprendiéramos lecciones de sencillez y de perfecta
fe y confianza en nuestro Padre celestial...
El amor de Dios para el hombre es incomprensible, ancho como el
mundo, alto como el cielo y perdurable como la eternidad (
Discurso de
la Sra. White a los pacientes del Sanatorio de Goguac Lake;
1878, 16,
17).
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