Página 160 - En los Lugares Celestiales (1968)

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La huella del cielo, 27 de mayo
Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha
mostrado en el monte.
Hebreos 8:5
.
El Señor dio una importante lección a su pueblo para todas las
edades cuando dio a Moisés en el monte instrucciones en cuanto a
la construcción del tabernáculo. En esa obra exigió la perfección en cada
detalle.
Al aumentar la maldad del mundo y al desarrollarse plenamente y al
ser ampliamente aceptadas las enseñanzas del maligno, las enseñanzas de
Cristo deben resaltar ejemplificadas en las vidas de hombres y mujeres
convertidos... En todo aquello en lo cual los cristianos ponen mano
debería estar entretejido el pensamiento de la vida eterna. Si la obra
realizada es agrícola o mecánica en su naturaleza, aun puede serlo según
el modelo de lo celestial... Mediante la gracia de Cristo se ha hecho toda
provisión para el perfeccionamiento de caracteres semejantes a Cristo, y
Dios es honrado cuando su pueblo revela los principios del cielo en todo
su trato social o comercial...
El Señor exige rectitud en los asuntos más pequeños como en los
más grandes. Los que serán finalmente aceptados como miembros de
la corte celestial serán hombres y mujeres que aquí en la tierra hayan
tratado de poner el sello del cielo en sus labores terrenales. Para que el
tabernáculo terrenal pudiera representar al celestial debía ser perfecto en
todas sus partes, y debía seguir en todos sus detalles el modelo celestial.
Así es con los caracteres de los que finalmente serán aceptados a la vista
del Cielo.
El Hijo de Dios vino a la tierra para que en él hombres y mujeres
pudieran tener una representación de los caracteres perfectos que Dios
solamente podrá aceptar... El alma que acepte las virtudes del carácter
de Cristo y se apropie de los méritos de su vida, es tan preciosa a la vista
de Dios como lo fue su amado Hijo.—
The Review and Herald, 11 de
enero de 1912
.
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