Llenos de toda la plenitud, 28 de mayo
Y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento,
para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Efesios 3:19
.
Solamente aquellos que dan a Dios una obediencia plena e implícita
serán aptos para las mansiones celestiales. Dios sabe que no aprecia-
ríamos sus preciosos dones si no fuéramos perfectamente sumisos en
obedecerle y tener siempre la mira en su gloria... Cualquiera sea vuestro
temperamento, vuestras tendencias hereditarias y cultivadas, hay un ca-
rácter que debe ser formado según el modelo divino. No tenemos excusa
para conservar nuestro propio molde y carácter natural ... No podemos
retener nuestro propio yo y ser llenados de la plenitud de Dios. Debemos
vaciarnos del yo. Si hemos de ganar finalmente el cielo será solamente
mediante la renuncia al yo y recibiendo la mente, el Espíritu y la voluntad
de Cristo Jesús...
¿Estamos dispuestos a pagar el precio de la vida eterna? ¿Estamos
dispuestos a sentarnos y a contar el costo, si vale el cielo la pena de
un sacrificio tal como la muerte al yo y el dejar que nuestra voluntad
se doblegue y se modele a la perfecta conformidad con la voluntad de
Dios? Hasta que esto no ocurra, no experimentaremos en nosotros la
gracia transformadora de Dios. Tan pronto nosotros entregamos nuestra
naturaleza vacía al Señor Jesús y a su causa, él llenará el vacío con su
Santo Espíritu. Podemos pues creer que nos dará de su plenitud. Él no
quiere que perezcamos. No hay nada que necesitemos más urgentemente
de Dios, que [cumplir] el deseo que él tiene de que todo lo que hay en
nosotros sea consagrado a su servicio...
La eternidad es sin fin. Nuestra vida aquí es un breve período cuando
más, ¿y por qué y por quién estamos viviendo y trabajando? Cuál será
el resultado de todo? Necesitamos diariamente la religión de Cristo...
Aunque él sentía toda la fuerza de la pasión de la humanidad, nunca
cedió a la tentación de hacer un solo acto que no fuera puro, elevador y
ennoblecedor.—
Manuscrito 73
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