Página 170 - En los Lugares Celestiales (1968)

Basic HTML Version

Cristo en todos nuestros pensamientos, 5 de junio
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame
en el camino eterno.
Salmos 139:23, 24
.
Pocos se dan cuenta que es un deber ejercer control sobre los pensa-
mientos y la imaginación. Es difícil mantener la mente no disciplinada
fija en temas provechosos. Pero si los pensamientos no son empleados
en forma apropiada, la religión no puede florecer en el alma. La mente
debe estar ocupada en cosas sagradas y eternas, o acariciará pensamien-
tos triviales y superficiales. Deben disciplinarse las facultades tanto
intelectuales como morales, y ellas se fortalecerán y mejorarán por el
ejercicio.
Para comprender correctamente este asunto debemos recordar que
nuestros corazones son depravados por naturaleza y que somos incapaces
por nosotros mismos de seguir un camino correcto. Solamente podremos
ganar la victoria por la gracia de Dios combinada con nuestro mayor
esfuerzo.
Pocos creen que la humanidad esté tan hundida o que sea tan plena-
mente mala, tan desesperadamente opuesta a Dios como lo es... Cuando
la mente no está bajo la influencia directa del Espíritu de Dios, Satanás
puede moldearla a su voluntad. Depravará todas las facultades de racio-
cinio que pueda controlar. Está completamente opuesto a Dios en sus
gustos, puntos de vista, preferencias, ... elección de las cosas y propósi-
tos; no hay gusto por las cosas que Dios ama o aprueba, sino un deleite
en aquellas cosas que él desprecia...
Si Cristo mora en el corazón estará en todos nuestros pensamientos.
Nuestros pensamientos más profundos serán de él, de su amor, su pure-
za. El llenará todas las cámaras de nuestra mente. Nuestros afectos se
centrarán en Jesús. Todas nuestras esperanzas y expectativas estarán rela-
cionadas con él... El será la corona de nuestro gozo. Nuestros corazones
reposarán en su amor.—
Carta 8, 1891
.
[166]
166