Peligro a cada paso, 8 de julio
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el
amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
2
Timoteo 2:22
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Los peligros morales a los cuales todos, viejos y jóvenes, están ex-
puestos aumentan cada día. El desorden moral, que nosotros llamamos
depravación, halla amplio campo propicio, y se ejerce una vil influen-
cia sensual, diabólica, por hombres, mujeres y jóvenes que dicen ser
cristianos...
Los que han aprendido la verdad y no tienen obras correspondientes
a su profesión de fe, están sujetos a las tentaciones de Satanás. Harán
frente al peligro a cada paso que den. Son puestos en contacto con el mal,
ven escenas, oyen sonidos que despiertan sus pasiones incontroladas;
están sujetos a influencias que los llevan a elegir el mal antes que el bien,
porque no son puros de corazón. En el mismo momento en que debiera
ejercerse el poder de la voluntad, cuando se requiere firmeza para resistir
el primer embate de la tentación, los veréis fáciles presas de los engaños
de Satanás, meros juguetes del diablo. Cada tentación está obrando ahora
para llevar a aquellos que pretenden guardar los mandamientos de Dios
a quebrantarlos...
Todos debemos aprender la lección de qué poder hay en un buen
carácter. No hay una preparación que necesitemos tanto ahora, como la
preparación de jóvenes y señoritas para que tengan rectitud moral y para
que limpien su alma de cada borrón y de cada mancha de contaminación
moral. La norma de moralidad y santidad está siendo arrastrada por el
suelo...
Estamos cerca del fin del tiempo de gracia, cuando cada caso pasará
delante de Dios. Ahora es el tiempo que Dios nos ha dado para la
formación de caracteres puros y santos. Si no se aprovecha bien este
tiempo, si los pensamientos son impuros, si el corazón no es santificado,
si se complacen prácticas impuras, téngase la seguridad que la porción
de los tales [los que así se contaminan] será con los impíos, los viles, los
abominables.—
Carta 26d, 1887
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