Página 311 - En los Lugares Celestiales (1968)

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Los seguidores del cordero, 18 de octubre
Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son
vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que
va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias
para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira,
pues son sin mancha delante del trono de Dios.
Apocalipsis 14:4, 5
.
El Señor tiene un pueblo en la tierra que sigue al Cordero por do-
quiera que vaya. Tiene sus millares que no han doblado la rodilla ante
Baal. Los tales estarán de pie junto a él en el monte de Sion. Pero deben
permanecer en esta tierra resguardados con toda la armadura, listos para
ocuparse en el trabajo de salvar a aquellos que están a punto de perecer...
No necesitamos esperar hasta que seamos trasladados para seguir
a Cristo. El pueblo de Dios puede hacer eso aquí abajo. Seguirán al
Cordero en las cortes celestiales sólo si lo siguen aquí... No debemos
seguir a Cristo a intervalos o caprichosamente, solamente cuando ello
sea para nuestra conveniencia. Debemos optar por seguirlo. En la vida
diaria, debemos seguir su ejemplo, como el rebaño sigue confiadamente
a su pastor. Debemos seguirlo con sufrimiento por su causa, diciendo a
cada paso: “Aunque él me matare, en él esperaré”.
Job 13:15
. La regla
de su vida debe ser nuestra experiencia. Y cuando tratemos de ser como
él y mantengamos nuestros deseos en conformidad con su voluntad, lo
daremos a conocer.—
The Review and Herald, 12 de abril de 1898
.
No debemos estar en el mundo de los sueños de la inacción. Somos
soldados de Cristo, enrolados para la obra de demostrar nuestra lealtad
hacia Aquel que nos ha redimido. Lo que debamos ser en el hogar
celestial, cuando seamos salvos, eternamente salvos, será el reflejo de
lo que somos ahora en carácter y santo servicio. ¿No demostraremos
aquí, en nuestro lugar de prueba nuestra lealtad en la observancia de los
mandamientos de Dios?—
Ibid
.
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