Página 316 - En los Lugares Celestiales (1968)

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El plan de Dios para sostener su obra, 23 de octubre
El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también
será saciado.
Proverbios 11:25
.
El Señor ha hecho que la proclamación del Evangelio dependa de
la consagrada capacidad y de las ofrendas voluntarias de su pueblo. Al
paso que ha llamado a hombres para predicar la Palabra, ha convertido
en el privilegio de toda la iglesia el participar en la obra por medio de la
contribución de sus recursos para su sostén. Y les ha confiado también el
cuidado del pobre, como representante suyo. El diezmo de todos nuestros
ingresos reclama el Señor como suyo, para que sea consagrado única-
mente a sostener a aquellos que se dan a sí mismos para la predicación
del Evangelio. Y además de esto nos pide nuestras ofrendas y donaciones
para su causa, y también que suplamos las necesidades de los pobres...
El Señor está siempre confiriendo sus bendiciones y mercedes sobre
los hombres. Si nos quitara estos dones, pereceríamos. Cada momento
tiene presente a su familia humana. “Hace salir su sol sobre malos y
buenos, y ... hace llover sobre justos e injustos”.
Mateo 5:45
. Él nos da
“lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría
nuestros corazones”.
Hechos 14:17
. Es Dios quien da a los hombres
el poder para obtener riquezas. El pensamiento ágil y penetrante, la
habilidad de planear y ejecutar, son de él. El es quien nos bendice con
salud y abre caminos para que obtengamos medios por el diligente uso
de nuestras facultades. Y nos dice: Una parte del dinero que he permitido
que ganéis es mío. Ponedlo en la tesorería en diezmos, en dádivas y
ofrendas, para que haya alimento en mi casa; para que allí pueda servir
para sostener a los que llevan el Evangelio de mi gracia al mundo.—
The
Review and Herald, 9 de mayo de 1893
.
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