La crisis de los siglos, 1 de diciembre
Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte;
tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de
Jehová, porque está cercano.
Joel 2:1
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Tiempos difíciles están ante nosotros. El cumplimiento de las señales
de los tiempos da evidencia de que el día del Señor está cercano. Los
periódicos están llenos de indicaciones de un terrible conflicto en el
futuro. Audaces robos ocurren con frecuencia. Las huelgas son comunes.
Por todas partes se cometen latrocinios y asesinatos. Hombres poseídos
por los demonios quitan la vida de hombres, mujeres y niños. Todas
estas cosas testifican que la venida de Cristo se halla a las puertas...
En los accidentes y calamidades por tierra y por mar, en las grandes
conflagraciones, en los terribles tornados y en las horribles granizadas,
en las tempestades, inundaciones, ciclones, maremotos y terremotos, en
todo lugar y en miles de formas Satanás está ejerciendo su poder...
La crisis se aproxima gradualmente a nosotros. El sol brilla en el
cielo, siguiendo su derrotero acostumbrado, y los cielos aún declaran
la gloria de Dios. Los hombres aún comen y beben, plantan y edifican,
se casan y se dan en casamiento. Los comerciantes todavía venden y
compran. Los hombres se incitan unos contra otros, contendiendo por
el puesto más elevado. Los amadores de los placeres aún colman los
teatros, las carreras de caballos, las casas de juego. Prevalece la mayor
excitación, y sin embargo la hora de gracia está próxima a su fin, y
cada caso está por ser decidido para la eternidad. Satanás ve que su
tiempo es corto. Ha puesto a todos sus agentes a la obra, para que los
hombres sean engañados, ilusionados, ocupados y hechizados, hasta que
el día de gracia concluya y la puerta de la misericordia se cierre para
siempre.—
The Review and Herald, 14 de marzo de 1912
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