El reino del amor santo, 31 de diciembre
Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su
Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 11:15
.
El gobierno del reino de Cristo no se asemeja a ningún gobierno
terreno. Es una representación de los caracteres de quienes componen el
reino... En su corte preside el amor, y sus oficios y empleos están ador-
nados por el ejercicio de la caridad. Pide a sus siervos que manifiesten
compasión, benevolencia, sus propios atributos, en todas las tareas de
su oficio, y que hallen su felicidad y satisfacción reflejando el amor y la
tierna compasión de la naturaleza divina...
Sólo el poder de Cristo puede obrar la transformación en el corazón y
la mente a fin de que todos los que quisieren puedan participar con él de
la nueva vida en el reino de Dios. “El que no naciere de nuevo”, dijo el
Salvador, “no puede entrar en el reino de Dios”.
Juan 3:3, 5
. La religión
que proviene de Dios es la única que puede conducir a Dios. A fin de que
podamos servirle rectamente debemos nacer del Espíritu divino. Esto
purificará el corazón y renovará la mente, y nos dará una nueva capacidad
para conocer y amar a Dios. Nos dará una obediencia voluntaria a todos
sus requerimientos. Esa es la verdadera adoración.—
Manuscrito 9, 1908
.
“Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será
desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas
será rota. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte,
lugar de ríos, de arroyos muy anchos... Porque Jehová es nuestro juez,
Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salva-
rá... No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le
será perdonada la iniquidad”.
Isaías 33:20-24
.—
Ibid
.
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