“De todo vuestro corazón” 21 de marzo
Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo
vuestro corazón.
Jeremías 29:13
.
Muchos no han tenido esa experiencia religiosa que es esencial
para ellos que les permita estar sin falta delante del trono de Dios. El
permite que los fuegos del horno de aflicción se enciendan sobre ellos
para consumir la escoria, para refinarlos, purificarlos y limpiarlos de la
contaminación del pecado, del amor propio, y llevarlos a conocer a Dios
y a intimar con Jesucristo caminando con él como Enoc...
Lo que es llamado oración matutina y vespertina, de acuerdo con la
costumbre, no siempre es ferviente y eficaz. Para muchos es una repeti-
ción de palabras adormecedora, aburrida y sin alma, que no alcanza el
oído del Señor. Dios no necesita ni requiere vuestros cumplidos ceremo-
niosos, sino que prestará atención al corazón quebrantado, a la confesión
de los pecados, a la contrición del alma. No desoirá el clamor del corazón
humilde y contrito...
Deberíamos tener tal amor por Jesús que consideremos un privilegio
el sufrir y aun morir por su causa. Podemos contarle al Señor nuestras
pruebas, decirle todas nuestras debilidades, todo lo que dependemos de
su fuerza y poder. Esto es verdadera oración. Si hubo un tiempo cuando
se necesitara sobre nosotros un derramamiento del Espíritu de gracia y
de súplica, Dios mismo dictando nuestras oraciones, ese tiempo es ahora.
Y debe llevarse la promesa delante de cada iglesia, y considerarse con
detenimiento la sencillez de la verdad. “Pedid y recibiréis”.
Juan 16:24
.
Es fe, fe viviente lo que necesitamos, perseverante en la oración.
El Señor guiará y dirigirá a su pueblo. Saldrá mandamiento de Dios
como para Daniel, para ayudar a los que están elevando fervientes interce-
siones al trono de la gracia en sus momentos de necesidad.—
Manuscrito
6, 1889
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