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Eventos de los Últimos Días
La lluvia temprana produce conversión; la lluvia tardía
desarrolla un carácter semejante al de Cristo
En ningún momento de nuestra experiencia podemos prescindir
de la ayuda que nos capacitó para comenzar. Las bendiciones reci-
bidas en ocasión de la lluvia temprana nos son necesarias hasta el
mismo fin [...]. Al buscar a Dios para que nos conceda el Espíritu
Santo, él producirá en nosotros mansedumbre, humildad de mente,
y una consciente dependencia de Dios con respecto a la lluvia tar-
día que trae perfección.—
Testimonios para los Ministros, 507, 509
(1897)
.
El Espíritu Santo busca morar en cada alma. Si se le da la bien-
venida como a un huésped honrado, los que lo reciban serán hechos
completos en Cristo. La buena obra que ha sido comenzada, será
terminada; pensamientos santos, afectos celestiales y acciones seme-
jantes a las de Cristo reemplazarán a los pensamientos impuros, los
sentimientos perversos y los actos rebeldes.—
Counsels on Health,
561 (1896)
.
Podemos haber recibido cierta medida del Espíritu de Dios, pero
mediante la oración y la fe debemos tratar de obtener una porción
más abundante. No debemos cesar nunca en nuestros esfuerzos. Si
no progresamos, si no asumimos la actitud necesaria para recibir
tanto la lluvia temprana como la tardía, perderemos nuestras almas,
y la responsabilidad será solamente nuestra [...].
[161]
Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas gene-
rales, las reuniones de la iglesia local y todas las oportunidades en
que se trabaja personalmente por las almas, son las ocasiones seña-
ladas por Dios para dar la lluvia temprana y la tardía.—
Testimonios
para los Ministros, 508 (1897)
.
Cuando el camino esté preparado para el Espíritu de Dios, vendrá
la bendición. Así como Satanás no puede cerrar las ventanas del
cielo para que la lluvia venga sobre la tierra, así tampoco puede
impedir que descienda un derramamiento de bendiciones sobre el
pueblo de Dios.—
Mensajes Selectos 1:144-145 (1887)
.