La herencia de los santos
            
            
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              El cielo es un hogar donde la simpatía mora en cada corazón y
            
            
              es expresada en cada mirada. Allí reina el amor. No hay elementos
            
            
              desagradables, ni discordia o contenciones o guerra de palabras.—
            
            
              Manuscript Releases 9:104-105 (1882)
            
            
              .
            
            
              No hay tentaciones ni pecado
            
            
              Ningún árbol del conocimiento del bien y del mal ofrecerá
            
            
              oportunidad a la tentación. No hay allí tentador ni posibilidad de
            
            
              injusticia.—
            
            
              La Educación, 291-292 (1903)
            
            
              .
            
            
              Oí exclamaciones de triunfo de parte de los ángeles y de los san-
            
            
              tos redimidos, que resonaban como diez mil instrumentos musicales,
            
            
              porque ya Satanás no los molestaría ni los tentaría más, y porque los
            
            
              [250]
            
            
              habitantes de los otros mundos habían sido librados de él y de sus
            
            
              tentaciones.—
            
            
              La Historia de la Redención, 436 (1858)
            
            
              .
            
            
              Comunión con el padre y el hijo
            
            
              El pueblo de Dios tiene el privilegio de tener comunión directa
            
            
              con el Padre y el Hijo [...]. Le veremos cara a cara, sin velo que
            
            
              nos lo oculte.—
            
            
              Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 735
            
            
              (1911)
            
            
              .
            
            
              Habitaremos siempre con él y gozaremos de la luz de su pre-
            
            
              cioso semblante. Mi corazón salta de gozo ante tan alentadora
            
            
              perspectiva.—
            
            
              En Lugares Celestiales, 354 (1856)
            
            
              .
            
            
              El cielo es donde Cristo está. Para quienes aman a Cristo, el cielo
            
            
              no sería cielo si él no estuviera allí.—
            
            
              Manuscrito 41, 1896
            
            
              .
            
            
              Habrá una relación íntima y tierna entre Dios y los santos
            
            
              resucitados.—
            
            
              El Deseado de Todas las Gentes, 558 (1898)
            
            
              .
            
            
              Arrojando a los pies del Redentor las coronas que él ha colocado
            
            
              en nuestras cabezas, y tocando nuestras arpas doradas, llenaremos
            
            
              todo el cielo con alabanzas a Aquel que está sentado sobre el trono.—
            
            
              Testimonies for the Church 8:254 (1904)
            
            
              .
            
            
              Si durante esta vida son leales a Dios, al fin “verán su cara; y su
            
            
              nombre estará en sus frentes”.
            
            
              Apocalipsis 22:4
            
            
              . ¿Qué es la felicidad
            
            
              del cielo si no es ver a Dios? ¿Qué mayor gozo puede obtener el
            
            
              pecador salvado por la gracia de Cristo que el de mirar el rostro de