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Las leyes dominicales
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Cuando los Estados Unidos, el país de la libertad religiosa, se
una con el papado para forzar la conciencia y obligar a los hombres
a honrar el falso día de reposo, los habitantes de todo país del globo
serán inducidos a seguir su ejemplo.—
Joyas de los Testimonios
2:373 (1900)
.
La cuestión del sábado será el punto culminante del gran con-
flicto final en el cual todo el mundo tomará parte.—
Joyas de los
Testimonios 3:19 (1900)
.
Las demás naciones seguirán el ejemplo de los Estados Unidos.
Si bien éstos encabezarán el movimiento, la misma crisis sobre-
[139]
vendrá a nuestro pueblo en todas partes del mundo.—
Joyas de los
Testimonios 3:46 (1900)
.
El reemplazo de lo verdadero por lo falso es el último acto
del drama. Dios se manifestará cuando esta sustitución llegue a
ser universal. Cuando las leyes de los hombres sean exaltadas por
sobre las leyes de Dios, cuando las potencias de esta tierra traten de
obligar a los hombres a guardar el primer día de la semana, sabed
que ha llegado el tiempo para que Dios actúe.—
Comentario Bíblico
Adventista 7:991 (1901)
.
La sustitución de leyes humanas en lugar de la ley de Dios, la
exaltación del domingo prescrita por una simple autoridad humana
en reemplazo del sábado bíblico, constituye el último acto del drama.
Cuando esta sustitución sea universal, Dios se revelará. Se levantará
en su majestad y sacudirá poderosamente la tierra.—
Joyas de los
Testimonios 3:142-143 (1902)
.
Todo el mundo apoyará la legislación dominical
Los malos... declaraban que ellos tenían la verdad, que los mi-
lagros sucedían entre ellos; que los ángeles del cielo hablaban y
caminaban con ellos; que entre ellos se hacían con gran poder seña-
les y prodigios, y que éste era el milenio temporal que habían estado
esperando por tanto tiempo. El mundo entero estaba convertido y en
armonía con la ley del domingo.—
Mensajes Selectos 3:489 (1884)
.
El mundo entero será incitado a la enemistad contra los adven-
tistas del séptimo día, porque ellos no rendirán pleitesía al papado,
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honrando el domingo, la institución de este poder anticristiano.—
Testimonios para los Ministros, 37 (1893)
.