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Los engaños satánicos de los últimos días
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la tierra como hombres, tratando de engañar. Los ángeles de Dios
también aparecerán como hombres, y usarán todos los medios a
su alcance para derrotar los propósitos del enemigo.—
Manuscript
Releases 8:399 (1903)
.
Los malos ángeles en forma de hombres hablarán en este tiempo
con los que conocen la verdad. Tergiversarán y torcerán las declara-
ciones de los mensajeros de Dios... ¿Han olvidado los adventistas
del séptimo día las advertencias dadas en el capítulo sexto de Efe-
sios? Estamos empeñados en una guerra contra las huestes de las
tinieblas. Satanás obtendrá la victoria sobre nosotros a menos que
sigamos de cerca a nuestro Dirigente.—
Mensajes Selectos 3:469
(1903)
.
[165]
Se me mostró que malos ángeles, bajo la forma de creyentes,
obrarán en nuestras filas para introducir un fuerte espíritu de incre-
dulidad. Que ni siquiera esto los desanime; en cambio, ofrezcan un
corazón leal para ayudarle al Señor contra los poderes de los ins-
trumentos satánicos. Esos poderes malignos aparecerán en nuestras
reuniones, no para recibir una bendición, sino para contrarrestar las
influencias del Espíritu de Dios.—
Mente, Carácter y Personalidad
2:150 (1909)
.
Personificación de los muertos
Satanás es un enemigo astuto. Y para los ángeles malignos no
es difícil hacerse pasar por los santos y pecadores muertos, y lograr
que su encarnación sea visible para los ojos humanos. Estas mani-
festaciones serán más frecuentes a medida que nos aproximemos al
tiempo del fin, y habrá demostraciones de carácter asombroso.—
El
Evangelismo, 439 (1875)
.
Es el engaño más exitoso y fascinante de Satanás, calculado para
captar la simpatía de aquellos que han dejado a sus amados en la
tumba. Angeles malignos toman la forma de esos seres amados,
relatan incidentes relacionados con sus vidas y realizan actos como
los que ellos realizaban mientras vivían. De esta manera inducen
a la gente a creer que sus amigos muertos son ángeles que flotan
en torno a ellos y se comunican con ellos. Estos ángeles impíos,
que pretenden ser los amigos muertos, son considerados con cierta