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Eventos de los Últimos Días
no esté en armonía con la Palabra de Dios, se eliminará.—
El Evan-
gelismo, 201 (1889)
.
Si somos cristianos, seguiremos a Cristo aunque el camino que
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debamos seguir sea opuesto a nuestras inclinaciones naturales. No
vale la pena deciros que no debéis usar esto o lo otro, pues si el
amor de esas cosas vanas está en vuestro corazón, el desprenderos
de vuestros adornos será tan sólo como cortar el follaje de un árbol.
Las inclinaciones del corazón natural se manifestarán nuevamente.
Debéis estar convencidos en vuestra conciencia.—
Conducción del
Niño, 404 (1892)
.
Ruego a nuestros hermanos que se conduzcan cuidadosa y cir-
cunspectamente delante de Dios. Sigan las costumbres en el vestido
mientras estén de acuerdo con los principios de salud. Vístanse nues-
tras hermanas sencillamente, como muchas lo hacen; que el vestido
sea de material bueno y durable, apropiado para esta edad, y que la
cuestión del vestido no llene la mente. Nuestras hermanas debieran
vestirse con sencillez. Debieran vestirse con una ropa modesta, con
pudor y sobriedad. Dad al mundo una ilustración viviente del adorno
interno de la gracia de Dios.—
Mensajes Selectos 3:276-277 (1897)
.
La apariencia exterior es un índice de lo que hay en el corazón.—
Testimonies for the Church 1:136 (1856)
.
La necesidad de publicaciones
Debieran imprimirse publicaciones, escritas en el lenguaje más
claro y sencillo, explicando los temas de vital interés y dando a
conocer las cosas que sobrevendrán sobre el mundo.—HM Febrero
1, 1890.
Los mensajes del primero y del segundo ángeles fueron dados
en 1843 y 1844, y ahora estamos bajo la proclamación del tercero,
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pero todos ellos deben todavía proclamarse... Debemos dar al mundo
estos mensajes en forma de publicaciones, en discursos, mostrando
en la línea de la historia profética las cosas que han ocurrido y las
que vendrán.—
Counsels to Writers and Editors, 26-27 (1896)
.
Debe hablarse la verdad pura en folletos y panfletos, y éstos
deben esparcirse como las hojas del otoño.—
Testimonies for the
Church 9:230 (1897)
.