Página 110 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
a las congregaciones... diciéndoles las cosas que los adventistas se
proponen hacer.
Por la luz que el Señor me dio, tengo una amonestación que
presentar a nuesros hermanos. ¿No mantendrán los generales sabios
sus movimientos en estricto secreto, no sea que el enemigo conoz-
ca sus planes y obre por contrarrestarlos? Si el enemigo no tiene
conocimiento de sus movimientos, ellos están en ventaja.
Hemos de estudiar cuidadosamente el campo, y no pensemos
que debemos seguir los mismos métodos en todos los lugares. Si
avanzamos sabiamente, sin sombra de jactancia, sin detenernos para
desafiar al enemigo, si presentamos una línea de la verdad tras otra,
acumulando las [verdades] más importantes que prueban el alma, el
Señor cuidará de los resultados...
Esperad; armad las carpas cuando llegue el tiempo de las reunio-
nes. Levantadlas rápidamente, y entonces anunciad las reuniones.
Cualquiera haya sido vuestra práctica anterior, no es necesario repe-
tirla vez tras vez de la misma manera. Dios quiere que sigamos méto-
dos nuevos y no probados. Irrumpid sobre la gente; sorprendedla.—
Manuscrito 121, 1897
.
Los métodos llenos de tacto no implican engaño
—No debéis
pensar que toda la verdad ha de ser presentada a los no creyentes en
todas y cada una de las ocasiones. Debéis planear cuidadosamente
qué decir y qué dejar de decir. Esto no es practicar el engaño; es
trabajar como trabajó Pablo. El dice: “Como soy astuto, os he tomado
por engaño”
2 Corintios 12:16
. Debéis variar vuestras labores, y
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no tener una sola forma que pensáis que debe ser seguida en todas las
ocasiones y en todos los lugares. Vuestros métodos pueden pareceros
un éxito, pero si hubierais usado más tacto, más de la sabiduría de
la serpiente, habríais visto resultados mucho más reales en vuestro
trabajo.—
Carta 12, 1887
.
Los salones pobres anuncian derrota
—Estoy convencida de
que podríamos haber tenido un buen auditorio si nuestros hermanos
hubieran obtenido un salón adecuado para acomodar a la gente.
Pero no esperaban mucho y por lo tanto no recibieron mucho. No
podemos esperar que la gente venga a escuchar una verdad impopular
La palabra griega que se traduce por engaño, “dolo”, tiene en el idioma original
también el sentido de “astucia, cebo, ardid, disfraz”, que es, evidentemente, la acepción
con que la usó el apóstol.