Página 125 - El Evangelismo (1994)

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El esfuerzo público
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excelente efecto, y puede dar a estos pastores y a sus congregaciones
impresiones favorables de la verdad. A toda costa, es correcto darles
una oportunidad para ser bondadosos y favorables si lo desean.
Nuestros obreros deben ser muy cuidadosos para no dar la impre-
sión de que son lobos que roban las ovejas, sino que deben conseguir
que los pastores comprendan su posición y el propósito de su misión:
llamar la atención de la gente a las verdades de la Palabra de Dios.
Hay muchas de estas verdades que son caras a todos los cristianos.
Aquí hay un terreno común, en el cual podemos encontrarnos con
los miembros de otras denominaciones; y al llegar a familiarizarnos
con ellos, debemos espaciarnos mayormente en temas en los cuales
todos tengan interés y que no guíen en forma directa o señalada a
los asuntos en que hay desacuerdo.—
The Review and Herald, 13 de
junio de 1912
.
Evitad las barreras innecesarias
—Al entrar en un lugar, no
debemos erigir barreras innecesarias entre nosotros y las otras deno-
minaciones, especialmente los católicos, de manera que ellos piensen
que somos sus enemigos reconocidos. No debemos crear prejuicios
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en sus mentes en forma innecesaria, haciendo una incursión contra
ellos. Hay muchas personas entre los católicos que viven de acuerdo
con la luz que tienen, en un grado mucho mayor que muchos de los
que pretenden creer la verdad presente, y Dios los probará a ellos
tan ciertamente como nos ha probado a nosotros.—
Manuscrito 14,
1887
.
Se necesita colirio espiritual
—Se ha perdido un tiempo valio-
sísimo. Se han dejado pasar oportunidades doradas sin aprovecharlas
debido a una falta de colirio espiritual esclarecedor y de una sabia
dirección para hacer planes e idear métodos y medios para frustrar
al enemigo y anticiparse en la ocupación del campo...
Centinelas adormecidos, ¿qué hay de la noche? ¿No conocéis la
hora de la noche? ¿No sentís la preocupación de levantar la señal de
peligro y de dar la alarma por el tiempo en que vivimos? Si no sentís
tal responsabilidad, descended de las murallas de Sion, porque Dios
no os confiará la luz que tiene que impartir. La luz se da únicamente
a los que la hagan brillar sobre otros.—
Manuscrito 107, 1898
.