Página 205 - El Evangelismo (1994)

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La predicación de las verdades distintivas
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espera al vencedor, y si él como Moisés aprecia la recompensa se
pondrá decididamente de parte de la verdad. Pero si se le ofrece un
soborno u otro atractivo se le causará daño. Sin embargo, nuestro
deber consiste en ayudarle a ver que debe andar por fe, pero no se
lo deje luchar solo, porque Satanás lo tentará, por lo tanto debéis
prestarle toda la ayuda que sea posible”.—
Manuscrito 26, 1886
.
Los negocios y los observadores del sábado
—Los que profe-
samos observar el santo día de reposo de Dios, necesitamos llevar a
cabo una reforma en lo que atañe al sábado. Algunos hablan de sus
negocios y trazan planes en sábado, y Dios considerará esto tal como
si en realidad hubiesen efectuado esas transacciones comerciales.
[182]
Otros que conocen muy bien las evidencias bíblicas que muestran
que el séptimo día es el día de reposo, se asocian con hombres que
no respetan el santo día de Dios. Un observador del sábado no
puede permitir que sus empleados pagados con su dinero, trabajen
en sábado. Si permite, por amor al lucro, que su socio incrédulo haga
funcionar la empresa comercial en la que él participa, es igualmente
culpable con el incrédulo; y es su deber disolver esta sociedad sin
tomar en cuenta lo que pueda perder. Tal vez los hombres piensen
que no pueden darse el lujo de obedecer a Dios, pero tampoco
pueden permitirse desobedecerle. Los que son descuidados en su
observancia del sábado sufrirán una gran pérdida.—
The Review and
Herald, 18 de marzo de 1884
.
Una clase de empleo para los observadores del sábado
Encontramos aquí la mejor clase de gente por la que podamos
trabajar. Para muchas de estas personas no sería difícil observar
el sábado. ----- es un lugar donde se crían muchas aves. Casi cada
casa de los alrededores de la ciudad tiene criaderos de aves. Las
casas no están construidas en grupos, sino que están aparte unas de
otras, y a menudo están rodeadas por varios acres de terreno. Se
crían toda clase de aves, y los huevos son fácilmente vendidos en
----- y en -----, y son llevados a la ciudad en barcos.
Escribo esto para que comprendáis la situación. Muchas familias
se ganan la vida criando aves, y debido a esto no se debe hacer surgir
la objeción que muchos levantan contra la observancia del sábado
en estas circunstancias: que interferirá con sus negocios. Podrían
observar el sábado sin temer la pérdida de su empleo.—
Carta 113,
1902
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