Página 204 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
Vivid en armonía con cada nuevo rayo de luz
—Vivid er ar-
monía con cada nuevo rayo de luz que recibís. Vuestros in tereses
eternos están incluidos en esto, y por esto os digo: “Apre ciad cada
rayo de luz”. Pedid de rodillas a Cristo que el Espí ritu Santo obre
en vuestro corazón para que no os alejéis de sí ley.—
Manuscrito 10,
1894
.
Es mejor perder el puesto que perder a Jesús
—No penséis
que si hacéis una resolución en favor de la verdad bíblica, per deréis
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vuestro puesto. Haréis mejor en perder vuestro puesto que perder a
Jesús. Os será mejor ser participantes de la abnegación del Señor
que andar en vuestro propio camino buscando recoger los tesoros de
esta vida. No podéis llevar ninguno de ellos a la tumba. Saldréis de
la tumba sin nada, pero si tenéis a Jesús lo tendréis todo. El es todo
lo que necesitaréis para resistir la prueba del día de Dios, ¿y no es
esto suficiente para vosotros?—
Manuscrito 20, 1894
.
Una posición firme
—Los hombres pueden poner en acción toda
la combatividad que les plazca, pero de todos modos los manda-
mientos de Dios seguirán siendo los mandamientos de Dios. Hemos
decidido guardarlos y vivir, [preservar] su ley como la niña de nues-
tro ojo. Denuncien los hombres la ley de Dios y pisoteen al pueblo
que guarda los mandamientos. ¿Pueden hacer esto y vivir? Es im-
posible. Dios tiene su norma para medir el carácter, y los que le
obedecen son los que vivirán, y él protegerá a los que guardan la ley
como la niña de sus ojos.—
Manuscrito 5, 1891
.
Ofrecimiento de cargos a los nuevos observadores del sába-
do
—Entre los que aceptaron la verdad en ----- el invierno pasado,
había un joven que salió de la escuela a que asistía a fin de guardar
el sábado. Se le preguntó qué haría para ganarse la vida. Replicó:
“Dios me ha dado fuerza física y trabajaré en cualquier cosa antes
que quebrantar sus mandamientos”. Algunos estaban ansiosos de
darle un cargo en la imprenta, pero alguien dijo: “No. Cuando él
manifieste que obedecerá a Dios a cualquier costo, entonces sabre-
mos que es el hombre que necesitamos en esta oficina. Pero si no
tiene principios suficientemente sólidos para hacer esto, entonces es
el hombre que no necesitamos”.
El pastor ----- vino a verme y me preguntó si debían estimular
a ese joven a que pensase que se le daría un cargo en la oficina. Le
dije: “El Dios del cielo le ha presentado el eterno peso de gloria que