La predicación de las verdades distintivas
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mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus
deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío,
para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus
plagas”.
Apocalipsis 18:3, 4
.—
The Review and Herald, 16 de marzo
de 1897
.
Destacad la vida por medio de Jesús
—El problema de la no
inmortalidad del alma también necesita ser tratado con gran cuida-
do, para que al introducir el tema no se despierte una profunda y
excitante controversia que cierre la puerta a la futura investigación
de la verdad.
Se requiere gran sabiduría al tratar con las mentes humanas, aun
en la tarea de dar razón de la esperanza que hay en nosotros. ¿Cuál es
la esperanza de la cual hemos de dar razón? La esperanza de la vida
eterna por medio de Jesucristo... Os espaciáis demasiado en ideas y
doctrinas especiales, y el corazón del incrédulo no es enternecido.
Tratar de impresionarlo es como golpear hierro frío...
Constantemente necesitamos sabiduría para conocer cuándo ha-
blar y cuándo guardar silencio. Pero siempre estamos perfectamente
seguros al hablar de la esperanza de la vida eterna. Y cuando el
corazón está completamente ablandado y subyugado por el amor de
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Jesús, se hará la pregunta: “Señor, ¿qué es menester que yo haga
para ser salvo?”—
Carta 12, 1890
.
Se requiere sabiduría para la presentación de las verdades
decisivas
—En los campos no probados nuestro crecimiento ha sido
generalmente lento a causa del sábado. Allí se levanta una aguda
cruz directamente en el camino de toda alma que acepta la verdad.
Hay otras verdades, tales como la no inmortalidad del alma y
la venida personal de Cristo en las nubes del cielo a nuestra tierra
en breve tiempo. Pero éstas no despiertan tantas objeciones como
la del sábado. Algunos aceptarán concienzudamente la verdad por
la verdad misma, porque es verdad bíblica, y aman el camino de
la obediencia a todos los mandamientos de Dios. Estos rasgos de
nuestra fe que suscitan objeciones obstaculizarán el camino para
muchas almas que no desean ser personas raras, distintas y separadas
del mundo. Por lo tanto, debe ejercerce gran sabiduría en el problema
de cómo presentar la verdad ante la gente. Hay ciertos objetivos
claramente definidos que deben lograrse en la misma introducción
de un esfuerzo misionero. Si los planes y métodos hubieran sido