Página 218 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
salud, impresionando a nuestros oyentes con el pensamiento de que
tienen una parte que hacer para mantenerse sanos.
El cuerpo debe ser conservado en una condición saludable a fin
de que el alma pueda disfrutar de salud. La condición del cuerpo
afecta la condición del alma. El que quiere tener fuerza física y
espiritual, debe educar su apetito en la dirección debida. Debe ser
cuidadoso de no cargar el alma recargando sus facultades físicas o
espirituales. La adhesión fiel a los principios correctos en el comer,
en el beber y en el vestir, es un deber que Dios ha colocado sobre
los seres humanos.
El Señor desea que obedezcamos las leyes de la salud y la vida.
El tiene a cada uno de nosotros por responsables de cuidar adecua-
damente el cuerpo, a fin de que sea conservado con salud.—
Carta
123, 1903
.
Una parte del último mensaje
—Los principios de la reforma
pro salud se encuentran en la Palabra de Dios. El Evangelio de la
salud ha de ser firmemente vinculado con el ministerio de la Palabra.
Es el plan del Señor que la influencia restauradora de la reforma
pro salud sea una parte del último gran esfuerzo para proclamar el
mensaje evangélico.—
Medical Ministry, 259
.
Como pueblo se nos ha confiado la obra de hacer conocer los
principios de la reforma pro salud. Hay algunos que piensan que el
asunto del régimen alimentario no es de suficiente importancia como
para ser incluido en su obra evangélica. Pero los tales cometen un
gran error. La Palabra de Dios declara: “Si, pues, coméis o bebéis, o
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hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”.
1 Corintios
10:31
. El tema de la temperancia, en todos sus aspectos, tiene un
lugar importante en la obra de la salvación.—
Testimonies for the
Church 9:112 (1909)
.
Plenamente establecidos en la reforma pro salud
—Los que
viven en los últimos días de la historia de esta tierra necesitan estar
firmemente establecidos en los principios de la reforma pro salud...
Hay hombres y mujeres enfermizos que deberían convertirse
en reformadores de la salud. Dios colaborará con sus hijos en la
conservación de su salud si éstos comen adecuadamente y rehúsan
recargar el estómago innecesariamente. Ha hecho seguro, en su mi-
sericordia, el camino de la naturaleza, y lo ha hecho suficientemente
ancho para que quepan todos los que deseen andar en él. Nos ha