Página 254 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
enfrentando las falsedades de Satanás, y esta verdad prevalecerá...
La oposición y la resistencia tan solamente servirán para destacar
la verdad con líneas nuevas y precisas. Cuanto más se hable contra
la verdad, tanto más brillantemente refulgirá. Así se refina el oro
precioso. Cada palabra de calumnia hablada contra ella, cada falsa
presentación de su valor, despierta la atención, y es el medio que
induce a la gente a una investigación más profunda acerca de qué es
la verdad salvadora. La verdad llega a ser más altamente estimada.
Se revelan una nueva belleza y un mayor valor desde todo punto de
vista.—
Manuscrito 8a, 1888
.
Tratad a los opositores con respeto
—Debemos esperar encon-
trarnos con incredulidad y oposición. La verdad siempre ha tenido
que contender con estos elementos. Pero aun cuando debáis hacer
frente a la más acerba oposición, no denunciéis a vuestros oposito-
res. Ellos pueden pensar, como lo hizo Pablo, que le están haciendo
a Dios un servicio; y con los tales debemos manifestar paciencia,
humildad y longanimidad...
El Señor desea que su pueblo siga otros métodos que los de
condenar el error, aun cuando la condenación sea justa. El desea que
nosotros hagamos algo más que lanzar contra nuestros adversarios
cargos que únicamente los desvíen más de la verdad. La obra que
Cristo vino a hacer en nuestro mundo no fue la de erigir barreras,
y enrostrar constantemente a la gente el hecho de que ellos estaban
equivocados. El que espera iluminar a personas engañadas debe
acercarse a ellas y trabajar por ellas con amor. Debe llegar a ser un
centro de santa influencia.
En la defensa de la verdad, los más amargos opositores deben ser
tratados con respeto y deferencia. Algunos no responderán a nuestros
esfuerzos, mas se burlarán de la invitación evangélica. Otros, aun
aquellos que suponemos han traspasado los límites de la misericordia
divina, serán ganados para Cristo. La última obra en el conflicto debe
ser la iluminación de los que no han rechazado la luz y la evidencia,
sino que han estado en las tinieblas de la medianoche y han trabajado
ignorantemente en contra de la verdad. Por lo tanto, tratad a todo
hombre como honrado. No habléis ninguna palabra, ni hagáis nada
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que pueda confirmar a alguno en su incredulidad.—
Testimonies for
the Church 6:120-122 (1900)
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