Página 255 - El Evangelismo (1994)

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Afirmemos el interés
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Ayuda en cada emergencia
—Cada maestro de la verdad y cada
obrero que trabaja con Dios experimentarán severos momentos de
prueba, cuando la fe y la paciencia serán probadas. Debéis estar
preparados por la gracia de Cristo para seguir adelante, aunque
evidentes imposibilidades obstruyan el camino. En cada emergencia
contáis con una ayuda instantánea. El Señor permite que encontréis
obstáculos para que os volváis a él, quien constituye vuestra fuerza y
suficiencia. Orad fervorosamente pidiendo la sabiduría que procede
de Dios; y entonces él os abrirá el camino y os concederá preciosas
victorias si andáis delante de él con humildad.—
Special Testimonies,
Series A 7:18 (1874)
.
El bautismo y la entrada en la iglesia
El bautismo como requisito de la conversión
—El arrepen-
timiento, la fe y el bautismo son los pasos requeridos en la
conversión.—
Carta 174, 1909
.
Afirmando la decisión en favor del bautismo
—Las personas
que han sido convencidas por la verdad necesitan que se las visite
y que se trabaje por ellas. Los pecadores requieren que se haga por
ellos una obra especial para que se conviertan y sean bautizados.—
Manuscrito 17, 1908
.
La señal de entrada en el reino
—Cristo ha hecho del bautismo
una señal de entrada en su reino espiritual. El ha hecho de esto una
positiva condición con la cual deben cumplir todos los que quieren
que se reconozca que están bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Antes que el hombre pueda encontrar un hogar en la
iglesia, antes de traspasar el umbral del reino espiritual de Dios, ha
de recibir la impresión del nombre divino: “Jehová, justicia nuestra”.
Jeremías 23:6
.
El bautismo es una solemne renuncia al mundo. Los que son
bautizados en el triple nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, en el momento de entrar en la vida cristiana, declaran públi-
camente que han abandonado el servicio de Satanás, y han llegado a
ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Han obede-
cido el mandamiento: “Salid de en medio de ellos, y apartaos... y no
toquéis lo inmundo”. Y para ellos se cumple la promesa: “Y seré a
vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor