Página 290 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
Cristo y de él crucificado. Una experiencia religiosa que no esté
fundada en Cristo y únicamente en él, no tiene valor. Esos hombres
intelectuales necesitan una presentación clara y bíblica del plan de
salvación. Hay que presentarles la verdad en su sencillez y poder.
Si esto no atrae su atención y si no excita el interés, no hay otra
forma de interesarlos en las cosas celestiales y divinas. En toda
congregación hay almas insatisfechas. Cada sábado desean escuchar
una explicación definida acerca de cómo pueden ser salvados y de
cómo pueden llegar a ser cristianos. La cosa importante que ellos
deben saber es: ¿Cómo puede un pecador presentarse delante de
Dios? Exponed ante ellos con sencillez el camino de la salvación,
con tanta sencillez como hablaríais a una criatura. Destacad a Jesús
como la única esperanza del pecador.—
Manuscrito 4, 1893
.
El descuido del trabajo por la lectura y el estudio
—Con fre-
cuencia un pastor descuida vergonzosamente los deberes que le
incumben, porque carece de fuerza para sacrificar sus inclinacio-
nes personales al retraimiento y el estudio. El pastor debe visitar
a sus feligreses de casa en casa, enseñando, conversando y orando
con cada familia, y atendiendo al bienestar de sus almas. No debe
descuidarse a los que hayan manifestado un deseo de conocer los
principios de nuestra fe, sino que se les ha de instruir cabalmente en
la verdad.—
Obreros Evangélicos, 352, 353 (1915)
.
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Responsabilidad de los miembros hacia los nuevos conversos
Hay que ayudarles pacientemente
—Hay que tratar con pa-
ciencia y ternura a los recién llegados a la fe, y los miembros más
antiguos de la iglesia tienen el deber de encontrar la forma de pro-
porcionar ayuda, simpatía e instrucción para los que han salido de
otras iglesias por amor a la verdad, y que en esta forma se han sepa-
rado de la obra pastoral a la que habían estado acostumbrados. La
iglesia tiene la responsabilidad de asistir a esas almas que han ido
en pos de los primeros rayos de luz recibidos; y si los miembros de
la iglesia descuidan este deber serán infieles al cometido que Dios
les ha dado.—
The Review and Herald, 28 de abril de 1896
.
Atención vigilante y estímulo
—Después que las personas se
han convertido a la verdad, es necesario cuidarlas. El celo de mu-
chos ministros parece cesar tan pronto como cierta medida de éxito