Página 360 - El Evangelismo (1994)

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El Evangelismo
concede gracia en respuesta a la demanda.—
The Review and Herald,
29 de diciembre de 1904
.
Ganemos a las familias
Orad y estudiad con las familias
—Mientras la mente de mu-
chas personas está conmovida por la verdad y convencida de ella,
debe cultivarse el interés por medio de un trabajo sabio, fervoroso y
perseverante... Se necesitan hombres que salgan imbuidos del Espí-
ritu de Cristo y trabajen por las almas. El ministro no debe limitar
sus labores al púlpito, ni debe establecerse en algún cómodo hogar,
entre los hermanos. Debe velar por las almas. Debe visitar a la gente
en sus hogares, y por medio de esfuerzos personales tratar de impre-
sionar la verdad sobre los corazones y las conciencias. Debe orar
con las familias y tener estudios bíblicos con ellas. Mientras con
tacto y sabiduría presenta con fuerza a sus semejantes su deber de
obedecer la Palabra de Dios, su relación diaria con ellos revelará que
todo lo que hay en su carácter es bueno y puro, excelente y amable,
bondadoso y cortés.
En los mensajes del primero y segundo ángeles, la obra fue hecha
de esta manera. Los hombres y mujeres eran inducidos a escudriñar
las Escrituras, y llamaban la atención de los demás a las verdades
reveladas. Fue el trabajo personal por los individuos y las familias lo
que dio a estos mensajes su éxito sorprendente.—
The Review and
Herald, 27 de enero de 1885
.
Algunas familias pueden alcanzarse tan sólo en sus hoga-
res
—Hay familias que nunca serán alcanzadas por la verdad de la
Palabra de Dios a menos que los siervos del Señor entren en sus
hogares, y por medio de un ministerio fervoroso, santificado por el
apoyo del Espíritu Santo, quebranten las barreras. Cuando las perso-
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nas ven que estos obreros son mensajeros de misericordia, ministros
de gracia, se disponen a escuchar las palabras habladas por ellos...
Cuando un obrero tal ofrece orar a Dios en el seno de la familia
que está visitando, los corazones de los miembros son tocados como
no lo serían por la oración ofrecida en una reunión pública. Los
ángeles de Dios entran en el círculo de la familia juntamente con él,
y la mente de los que escuchan es preparada para recibir la Palabra
de Dios; pues si el mensajero es humilde y contrito, si tiene una