Página 359 - El Evangelismo (1994)

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Obra personal
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A los que no vengan a la fiesta
—Si no vienen a la fiesta del
Evangelio a la cual los invita el llamado de Cristo, los mensajeros de
Dios deben acomodarse a las circunstancias y llevarles el mensaje
por medio de una labor de casa en casa extendiendo así su ministerio
por los caminos y los vallados para dar el último mensaje al mundo.—
Carta 164, 1899
.
Aun a los que no tienen interés
—Id aun a las casas de las
personas que no manifiestan ningún interés. Mientras la dulce voz
de la misericordia invita al pecador, trabajad con toda la energía
del corazón y del cerebro, como lo hizo Pablo, quien no cesaba “de
amonestar con lágrimas a cada uno”. En el día de Dios, cuántos
nos enfrentarán y dirán: “¡Estoy perdido! ¡Estoy perdido! Y tú
nunca me amonestaste; nunca me rogaste que viniera a Jesús. Si
yo hubiera creído como tú lo hiciste, hubiera seguido a toda alma
sujeta al juicio que estuviera a mi alcance, con oraciones y lágrimas
y amonestaciones”.—
The Review and Herald, 24 de junio de 1884
.
Llevad la Palabra de Dios a la puerta de todo hombre
—La
prensa es un instrumento por el cual son alcanzadas muchas personas
a quienes sería imposible llegar por el esfuerzo ministerial. Puede
realizarse una gran obra presentando a la gente la Biblia tal como
es. Llevad la Palabra de Dios a la puerta de todo hombre, presentad
con instancias sus sencillas declaraciones ante la conciencia de todo
hombre, repetid a todos el mandamiento del Salvador: “Escudriñad
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las Escrituras”. Amonestadlos a tomar la Biblia tal como es, e im-
plorad la iluminación divina, y luego, cuando brilla la luz, aceptad
alegremente cada rayo de la misma, y sobrellevad intrépidamente
las consecuencias.—
The Review and Herald, 10 de julio de 1883
.
Dios los guiará a los hogares
—Luz, luz de la Palabra de Dios:
esto es lo que la gente necesita. Si los maestros de la Palabra están
dispuestos, el Señor los guiará a una estrecha relación con la gente.
El los llevará a los hogares de los que necesitan y desean la verdad;
y a medida que los siervos de Dios se empeñan en la obra de buscar
las ovejas perdidas, las facultades espirituales son despertadas y
vigorizadas. Sabiendo que están en armonía con Dios, se sienten
gozosos y contentos. Bajo la dirección del Espíritu Santo, obtienen
una experiencia que es inapreciable para ellos. Sus facultades in-
telectuales y morales obtendrán su más alto desarrollo; porque se