Página 37 - El Evangelismo (1994)

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Las masas de la población metropolitana
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sueltos esfuerzos para traer a las almas al conocimiento de la verdad
para este tiempo serán secundados por los santos ángeles, y muchas
almas serán salvadas. El Señor nunca olvida a sus fieles mensajeros.
El manda en su auxilio los agentes celestiales y acompaña sus la-
bores con el poder de su Espíritu Santo para convencer y convertir.
Todo el cielo respaldará vuestras súplicas a la gente.
¡Ojalá viéramos las necesidades de estas grandes ciudades como
Dios las ve! Debemos hacer planes para colocar en esas urbes a
hombres capaces que puedan presentar el mensaje del tercer ángel
de una manera tan poderosa que conmueva el corazón. No podemos
contentarnos con reunir a los hombres que son capaces de realizar
esto en un solo lugar, para que hagan la obra que otros debieran
hacer.—
Manuscrito 53, 1909
.
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Problemas peculiares del evangelismo metropolitano
Los más grandes y mejores salones
—Ha sido un problema
difícil saber cómo alcanzar a la gente en los grandes centros de
población. No se nos permite entrar en las iglesias. En las ciudades,
los grandes salones son costosos, y en la mayor parte de los casos
sólo unos pocos concurrirán a los mejores salones. Los que no nos
conocían han hablado contra nosotros. Las razones de nuestra fe
no son entendidas por el pueblo, y hemos sido considerados como
fanáticos, que han estado ignorantemente observando el sábado en
vez del domingo. En nuestra obra nos hemos visto perplejos por
saber cómo quebrantar las barreras de la mundanalidad y el prejuicio,
y presentar ante la gente la preciosa verdad que significa tanto para
ella.—
Testimonies for the Church 6:31, 32 (1900)
.
El problema práctico de encontrar un salón
—Las dificulta-
des mencionadas son las que hay que enfrentar en casi cada lugar,
pero no de una manera tan manifiesta como en -----. Creemos que
Satanás ha establecido su asiento en ese lugar, para desarrollar sus
hechos, a fin de desanimar a los obreros y hacerles abandonar la
obra...
Debemos buscar la sabiduría de Dios, pues por la fe veo una
iglesia poderosa en esa ciudad. Nuestra obra debe ser velar y orar,
buscar consejo de Aquel que es maravilloso y poderoso en consejo.
Uno más poderoso que los más fuertes poderes del infierno es capaz