Página 382 - El Evangelismo (1994)

Basic HTML Version

378
El Evangelismo
las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Juan 5:39
. Jesús, el
Redentor del mundo, manda a los hombres no sólo que lean, sino que
escudriñen las Escrituras. Esta es una obra grande e importante, y
nos está encomendada a nosotros y al hacerla seremos grandemente
beneficiados; porque la obediencia al mandato de Cristo no queda
sin recompensa. El coronará con señales especiales de su favor este
acto de lealtad que consiste en seguir la luz revelada en su Palabra.—
Consejos sobre la Obra de la Escuela Sabática, 92, 93 (1889)
.
Muchos esperan ser incorporados
—En todo el mundo, hay
hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones, lágrimas
e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz en súplica
de gracia y de la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el
umbral del reino esperando únicamente ser incorporados en él.—
Los
Hechos de los Apóstoles, 89 (1911)
.
Buscando a los perdidos
—Esta obra debe ser una obra deci-
dida. Las ovejas perdidas están en toda la comarca donde Ud. se
encuentra. Ud. debe buscar y salvar a los que están perdidos. Estos
no saben cómo recuperarse por sí mismos.—
Carta 189, 1899
.
Encontrando oportunidades para el estudio
—En cada ciudad
a la que se llega hay que colocar un fundamento firme para esta-
blecer la obra en forma permanente. Hay que seguir los métodos
del Señor. Mediante el trabajo de casa en casa, leyendo la Biblia a
las familias, el obrero puede tener acceso a muchos que buscan la
verdad. Abriendo las Escrituras, mediante la oración, ejerciendo fe,
hay que enseñar a la gente el camino del Señor.—
Testimonies for
the Church 7:38 (1902)
.
Buscando a las almas sinceras
—Debo hacer lo mejor posible
por dar a nuestro pueblo el mensaje de que el Señor tiene almas
sinceras en nuestras ciudades, y que éstas deben ser buscadas. Al
Señor no le agrada la exhibición que hemos hecho. Todavía hay
[339]
muchas ciudades que prácticamente no han sido tocadas. Los que
emprendan la tarea de amonestar a los habitantes de nuestras grandes
ciudades, obtendrán una preparación en la ganancia de almas para
Cristo... ¿Cómo se convertirán a menos que se les exponga la verdad
en forma diligente, línea sobre línea y precepto sobre precepto?...
Los obreros no pueden pasar su tiempo recorriendo una vez tras otra
el terreno entre las iglesias que ya están confirmadas en la verdad,