Página 39 - El Evangelismo (1994)

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Las masas de la población metropolitana
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zonas rurales se tornarán receptivas y podrá realizarse una obra
extensa.—
Carta 168, 1909
.
Se requieren esfuerzos extraordinarios
—En las ciudades de
la actualidad, donde existen tantas cosas que atraen y que agradan,
no puede lograrse interesar a la gente por los esfuerzos comunes.
Pastores señalados por Dios hallarán que es necesario poner a contri-
bución esfuerzos extraordinarios a fin de cautivar la atención de las
multitudes. Y cuando tienen éxito en reunir a una gran cantidad de
público, deben presentar mensajes de un carácter tan ajeno a lo acos-
tumbrado que la gente despierte y se sienta amonestada. Deben usar
todos los medios que sea posible ingeniar para presentar la verdad en
forma clara y distinta. El mensaje de prueba para este tiempo ha de
ser dado en forma tan sencilla y decidida que sobrecoja a los oyentes
y los induzca a desear el estudio de las Escrituras.—
Testimonies for
the Church 9:109 (1909)
.
Oposición, gastos y auditorios cambiantes
—He visto en sue-
ños a varios de nuestros hermanos reunidos en comisión consideran-
do los planes de trabajo para la próxima estación [1874]. Pensaban
que era mejor no entrar en las grandes ciudades, sino empezar más
bien la obra en pequeñas localidades alejadas de las ciudades. Allí,
pensaban ellos, se encontrará menos oposición de parte del clero,
y se podrán evitar grandes gastos. Estimaban que nuestros predi-
cadores, siendo pocos, no podían ocuparse en instruir y cuidar a
aquellos que aceptaran la verdad en las grandes ciudades, los que, a
causa de la oposición más fuerte que se manifestaría allí, tendrían
mayor necesidad de ayuda que si estuviesen en los pueblos. El fruto
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de una serie de conferencias en las ciudades grandes se perdería
así. Se hizo notar también que nuestros recursos eran limitados, y
que siendo los miembros de una iglesia situada en una ciudad gran-
de susceptibles de mudarse con frecuencia, sería difícil organizar
una iglesia que fortaleciese la causa. Por el contrario, mi esposo
insistía ante estos hermanos para que hiciesen sin tardanza planes
más amplios y realizasen en las ciudades esfuerzos prolongados y
concienzudos, más en armonía con el carácter de nuestro mensaje.
Un obrero relató incidentes que le habían sucedido en las ciudades,
para demostrar que su trabajo había tenido muy poco éxito, mientras
que había tenido mejor éxito en las localidades pequeñas.