Capítulo 15—La evangelización por medio del canto
El ministerio del canto
Un instrumento salvador de almas
—La melodía del canto,
exhalada de muchos corazones en forma clara y distinta, es uno de
los instrumentos de Dios en la obra de salvar almas.—
Testimonios
Selectos 4:147 (1898)
.
El poder del canto
—Así como los israelitas cuando andaban
por el desierto alegraron su camino con la música del canto sagrado,
Dios invita a sus hijos de hoy a alegrar por el mismo medio su
vida de peregrinaje. Pocos medios hay más eficaces para grabar sus
palabras en la memoria, que el de repetirlas en el canto. Y un canto
tal tiene poder maravilloso. Tiene poder para subyugar naturalezas
rudas e incultas; para avivar el pensamiento y despertar simpatía;
para promover la armonía de acción y desvanecer la melancolía y
los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo.
Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la
verdad espiritual. Cuán a menudo recuerda la memoria al alma opri-
mida y pronta a desesperar, alguna palabra de Dios, tema olvidado
de algún canto de la infancia, y las tentaciones pierden su poder,
la vida adquiere nuevo significado y nuevo propósito, y se imparte
valor y alegría a otras almas.—
La Educación, 163 (1903)
.
Un sermón continuo
—Estas palabras [el canto de Moisés] se
repitieron a todo Israel y constituyeron un himno que se cantaba
a menudo expresado en exaltados y melódicos acordes. Tal fue la
sabia actuación de Moisés de presentarles la verdad en cantos, para
que se familiarizaran con ella al entonarla y para que así se grabaran
en las mente de todo el pueblo, jóvenes y viejos. Era importante
que los niños aprendieran este canto, porque éste debía hablarles,
amonestarlos, restringirlos, reprobarlos y animarlos. Era un sermón
continuo.—
Manuscrito 71, 1897
.
Una influencia abarcante
—El servicio de canto fue hecho parte
regular del culto religioso, y David compuso salmos, no sólo para
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