Página 459 - El Evangelismo (1994)

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La obra en favor de ciertas clases especiales
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Necesitamos más de Dios y mucho menos del yo. Dios obrará por
medio del más débil agente humano con tal que esté cargado de su
Espíritu.—
Carta 72, 1899
.
El talento del intelecto y los recursos
—Hemos de hacer una
obra especial en favor de los que se hallan en altos puestos de con-
fianza. El Señor pide de aquellos a quienes ha confiado sus bienes,
que usen en su servicio los talentos de su intelecto y sus recursos.
Algunos serán impresionados por el Espíritu Santo a invertir los
medios del Señor de una manera que haga progresar su obra. Cum-
plirán el propósito del Señor, ayudando a crear centros de influencia
en nuestras grandes ciudades. Nuestros obreros deben presentar an-
te estos hombres una declaración sencilla de nuestras necesidades.
Sepan ellos lo que necesitamos para poder ayudar a los pobres y me-
nesterosos y para establecer la obra sobre una base firme.—
Medical
Ministry, 329 (1900)
.
Trabajad por hombres semejantes a Cornelio
—Del caso de
Cornelio podemos aprender una lección que haríamos bien en com-
prender. El Dios del cielo envía a sus mensajeros a esta tierra para
que preparen una serie de circunstancias que colocarán a Pedro en
relación con Cornelio, a fin de que Cornelio conozca la verdad. Por
el servicio de los ángeles, Pedro es dirigido a cooperar con las almas
anhelosas que están completamente preparadas para escuchar la
verdad y recibir una luz avanzada...
La conversión de Cornelio y de su casa fue tan sólo el primer
fruto de una cosecha que había de juntarse en el mundo. Desde esa
casa se emprendió una obra de gracia que se esparció hasta alcanzar
a toda ciudad pagana.—
Carta 17, 1900
.
Debe haber un despertar en el pueblo de Dios a fin de que su
obra se lleve a cabo con poder. Necesitamos el bautismo del Espíritu
Santo. Necesitamos comprender que Dios añadirá a las filas de su
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pueblo a hombres hábiles e influyentes que desempeñarán su parte
en la tarea de amonestar al mundo. No todos los que viven en el
mundo desprecian la ley y son pecadores. Dios tiene a muchos miles
que no han doblado su rodilla ante Baal. En las iglesias caídas hay
hombres que temen a Dios. Si eso no fuera así, no estaríamos dando
el mensaje que dice: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia... Salid
de ella pueblo mío”.
Apocalipsis 18:2, 4
.